Sábado 7 de Junio de 2025 | Aguascalientes.
columnas

La democracia murió, ¿para quién?

Oscar Esquivel | 05/06/2025 | 18:09

El Estado fuerte genera libertad del individuo, fortalece la convivencia social, dando por resultado que la gente sea feliz.

Un Estado donde las formas de mínima convivencia permitan la disolución social a través de sus instituciones, esta condenado a quedarse en ideas pasadas, que le dieron conformación como Estados enel feudalismo, las monarquías, las hoy democracias impuestas por el valor financiero capitalista y no propiamente por la promoción del crecimiento social, económico o político, ni mucho menos por alcanzar las metas del individuo de carácter muy personal. 

Un Estado débil no proporciona justicia plena, los poderes fácticos se adueñan e intervienen en la administración e impartición de la misma. El poder judicial en el mundo, salvo algunas excepciones, se deben a los entendimientos con el poder ejecutivo y el poder que da el conglomerado financiero, precisamente de ahí nace la manifestación oligárquica, hoy por hoy dueños de la justicia mundial occidental.

Innumerables opiniones sobre la elección pasada de jueces y magistrados, válidas todas, respetables, otras muchas, no merecen consideración de ser tomadas en cuenta. Si bien la participación del 13% del padrón electoral, unos 13.5 millones de personas sufragaron, no es cosa menor, eso no lo hace ilegal y mucho menos lo deslegitima, es válido y legítimo por donde se vea. La comentocracia que por un lado no vacila en comparar la popularidad de la presidenta Sheinbaum que llega al 80%, con el resultado de la elección.En pocas palabras para sus detractores, “su mensaje de promoción no movió al electorado”, “fracasó”, “está en su peor momento”, afirmaciones sin sustento, solo recordemos,con la revocación de mandato pocos votantes y … ¿qué pasó?, la 4T ganó con amplia ventaja en las elecciones del 2024.

La descalificación para quienes ejercieron su voto es una apuesta arriesgada, juzgando, denostando, incluso formas ofensivas de parte de una oposición que se olvidó de serlo, desdibujada, ausente, egoísta, superficial, hoy gritan a los cuatro vientos del fracaso de la elección.¿Se darán cuenta de su error?, ¿estarán conscientes de su papel que jugaron?

Al día de hoy, miembros distinguidos del Partido Acción Nacional, enviaron a su presidente nacional, una misiva donde le reclaman precisamente eso, el desdén participativo del Comité Ejecutivo. Su eufórica victoria está de más, cuando se está con los brazos caídos, que para nada abona. El PRI ni se diga, reclaman un triunfo absoluto en Durango y se olvidaron que tenían una elección nacional, que por falta de visión seguramente en 2027 se las cobrará el electorado.

Los electores, mucho viejito, poco joven votó, si así fue. Veamos, primero con los adultos mayores, se acabó el mito que la pensión y apoyos del gobierno de la 4T, puedan ser suficientes para ganar elecciones. “Si pueden ir por una croqueta, pueden votar”, asi se refieren los miserables prianistasde los adultos mayores. si los beneficios pudieran comprar el voto, la votación hubiera sido por mucho rebasada.  Los jóvenes, no votaron, tal vez, por negligencia, flojera o desconocimiento de como la Justicia en México se aplica en disparejo. La gran mayoría de los jóvenes, desconocen el comportamiento, deleznable de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. ¿Cuál independencia?, ¿cuál autonomía?, comenzando por el método de selección, era el dedo del presidente y punto. El Poder Judicial un órgano del Estado debilitado, corrupto y promotor de la impunidad. La elección podría ser cuestionable, fallas desde su conformación, el diseño y porque no, una muestra de soberbia de la 4T.  Si antes el dedo presidencial era absoluto, hoy el partido oficial, puso sobre la mesa nueve nombres, los promovió y 13 millones de votantes lo respaldaron, posiblemente ahí este la diferencia.
“La democracia a muerto, ya no tendremos equilibrio de poderes, el Estado mexicano sucumbió”.

La democracia es como un velo de novia, por mas largo que esté, no asegura una buena vida matrimonial. La democracia es imperfecta, circular, regresa y se va.Algunos vivieron gozo monetario de la democracia a su medida, nos hicieron creer que era perfecta y dentro de ella,está el sistema judicial mexicano actual. Detentaron el poder, según ellos, se fortaleció el Estado aultranza de una impartición de justicia adaptada para la impunidad, cuanto tienes cuantos vales.

La democracia como la conocemos es hasta cierto punto una utopía; ella se rompe cuando los ciudadanos ya no tienen acceso a sus derechos plenos, tendríamos que investigar  si  aquellos que no votaron actuaron bajo susprincipios democráticos, indignación o por sumarse al voluntariado de las masas en negación, buscando el anhelo por permanecer en un estatus de confort, donde su idea fija es creer que todo pasado fue mejor y en su caso, toda democracia pasada fue suficientemente buena para mantenerse en el establishment, que les dio poder, fama y fortuna, por ello la detracción.
La elección de la reforma judicial, rompe paradigmas en el mundo, otros países lo manifiestan también, votando parcialmente; la nuestra fue precipitada, enredosa, poco convincente, se hizo con la finalidad de romper el círculo viciosode corrupción e impunidad, esperamos que la lección se haya aprendido, porque todos los mexicanos, esperamos que los jueces y magistrados se comporten a la altura de lo que hoy requerimos, justicia plena.

Del terruño
Que fastidioso, vergonzoso y de pena ajena, ver a Galindo Ceballos y Gallardo Cardona, pelearse por las obras en la capital, lo cierto a todo esto, que existe un derroche en publicidad, propaganda, las redes sociales con portales contratados por ambos, en ocasiones de otros estados, que no los ve ni su familia, además los bots abundan.

Llegaron las lluvias y con ellas, los pretextos del edil, no hay un plan de prevención y mantenimiento, mucho menos de protección civil. Ojalá algún día esta ciudad tenga unas autoridades que su primordial función sea el proteger al pueblo potosino.

Nos saludamos pronto

Oscar Esquivel