A continuación, repasamos cuáles son los síntomas de la anhedonia, las causas y los posibles tratamientos.
	 
	Síntomas de la anhedonia
	 
	Según el Instituto Europeo de Psicología, los principales síntomas de la anhedonia son:
	 
	Pérdida de interés general o específica: disminución o ausencia de placer en actividades que antes resultaban gratificantes, junto con una falta de motivación.
	Alteraciones en el peso corporal: pérdida o aumento significativo de peso, derivado del desinterés por la comida o del uso de esta como refugio emocional.
	 
	Trastornos del sueño: insomnio o, por el contrario, exceso de sueño.
	Molestias físicas asociadas: Pueden aparecer síntomas como malestar digestivo, sequedad bucal, presión en el pecho, sudoración, temblores, palpitaciones, mareos, hormigueos, fatiga o necesidad frecuente de orinar.
	Fatiga persistente: sensación continua de falta de energía.
	Sentimientos de inutilidad: baja autoestima y pensamientos autocríticos recurrentes.
	Ideación relacionada con la muerte: pensamientos repetitivos sobre la muerte, no necesariamente asociados a una intención suicida.
	Causas posibles
	 
	La anhedonia puede aparecer como síntoma de varios trastornos mentales. Según el Instituto Europeo de Psicología, entre ellos destacan:
	 
	Depresión.
	Esquizofrenia.
	Trastorno bipolar.
	Consumo de drogas.
	 
	Desde una perspectiva biológica, se relaciona con una disfunción en el sistema dopaminérgico, implicado en la motivación, el placer y la recompensa. A nivel cerebral, se ha observado una posible relación con alteraciones en la corteza prefrontal media, área clave en la gestión emocional y la toma de decisiones.
	 
	En casos de disminución del deseo sexual, la anhedonia puede estar asociada al uso de ciertos psicofármacos, como antidepresivos o antipsicóticos.
	 
	Cómo se diagnostica y trata la anhedonia
	 
	El tratamiento debe comenzar con un diagnóstico preciso que identifique su causa. En la mayoría de los casos, la anhedonia está vinculada a otros trastornos. Según el Instituto Europeo de Psicología, a medida que se tratan estos, los síntomas pueden remitir.
	 
	Cuando está provocada por medicación, el especialista puede valorar ajustar la dosis, cambiar el fármaco o retirarlo. Es esencial comunicar estos efectos a los profesionales sanitarios y al entorno cercano.
	 
	La anhedonia también puede surgir de manera puntual ante situaciones de estrés o vivencias difíciles. En estos casos, el abordaje psicológico resulta clave. El Instituto Europeo de Psicología recomienda:
	 
	Acudir a un profesional para trabajar en el reconocimiento de emociones y pensamientos irracionales.
	Establecer rutinas saludables: mejorar la calidad del sueño, seguir una dieta equilibrada, reducir el consumo de cafeína, alcohol y azúcar.
	Practicar actividades como yoga, meditación o mindfulness.
	Realizar ejercicio físico regular, que favorece la liberación de endorfina