El ex presidente de Estados Unidos, Barack Obama, y su esposa, Michelle Obama, fueron vistos disfrutando de una elegante cita nocturna en Nueva York este martes, poniendo freno a los persistentes rumores sobre una posible crisis matrimonial.
La pareja salió del exclusivo restaurante del Hotel The Lowell en Midtown Manhattan, luciendo sonriente y en compañía de un discreto pero atento equipo del Servicio Secreto, informó el medio internacional New York Post.
Michelle, vestida con un sofisticado vestido midi de encaje negro y tacones, irradiaba confianza mientras caminaba junto a su esposo, quien también se mostró relajado y sonriente.
Luego de la cena, ambos abordaron un todoterreno negro que los esperaba a la salida del lugar.
Esta aparición pública llega después de semanas de especulaciones sobre el estado de su matrimonio, alimentadas en parte por la ausencia de la ex primera dama en eventos públicos clave, como el funeral del ex presidente Jimmy Carter y la ceremonia de investidura del presidente Donald Trump.
En respuesta a las especulaciones, Michelle Obama abordó el tema en entrevistas recientes, explicando que su decisión de no asistir a algunos eventos se debe a su deseo de priorizar su independencia y bienestar personal.
"Lo interesante es que, cuando digo 'no', la mayoría de la gente dice: 'Lo entiendo y estoy bien'", dijo en el pódcast Work in Progress de Sophia Bush. "Tanto que la gente ni siquiera podía imaginar que yo estaba tomando una decisión por mí misma, que tuvieron que asumir que mi esposo y yo nos estábamos divorciando".
Los Obama, casados desde 1992 y padres de dos hijas, Sasha y Malia, han sido durante años una de las parejas más admiradas del panorama político y social estadounidense. Su reaparición pública juntos en una cita romántica parece dejar claro que su vínculo sigue fuerte, pese a los rumores.
