La agencia espacial rusa Roscosmos trabaja en la creación de un cohete portador con propulsores nucleares capaz de transportar hasta 10 toneladas de carga a Marte, informó hoy su director general, Dmitri Bakánov, al comentar el fallo de la nave estadounidense Starship, el proyecto marciano de Elon Musk.
"Rusia trabaja en la creación de un sistema de transporte con una instalación energética nuclear que permitirá transportar a la órbita de Marte alrededor de 10 toneladas de carga útil", afirmó, citado en Telegram por Roscosmos.
Bakánov reconoció que el noveno lanzamiento de Starship, que la víspera cayó en el océano Índico tras sufrir un desperfecto, "muestra la complejidad de la tarea tecnológica de transportar un gran volumen de carga útil a Marte".
"En esta ocasión a la compañía SpaceX no le salió bien del todo lo que tenía previsto, pero esto es el cosmos, y su conquista siempre es una misión complejísima, que reclama de las más altas tecnologías y capacidades", recalcó.
Por lo que, "desde el punto de vista de la ética 'espacial' siempre estamos del lado de quienes experimenta, desarrollan y tratan de crear nuevos proyectos, ya sean nuestros socios de China, la India o cualquier otro país", dijo, al anunciar el nuevo proyecto ruso para la conquista de Marte.
Señaló que "SpaceX y Roscosmos tienen el mismo objetivo, investigar el espacio profundo. Y tarde o temprano todos los países tendrán que aunar sus esfuerzos para garantizar el acceso de la humanidad a los planetas" del sistema solar.
El cohete Starship, en el que la empresa SpaceX del magnate Elon Musk confía para conquistar Marte, alcanzó este martes la órbita terrestre pero se rompió y cayó al Oceáno Índico tras perder combustible en su noveno vuelo de prueba.
El cohete, con una altura de 121 metros, estaba compuesto por dos partes: el propulsor Super Heavy, dotado con 33 motores Raptor y que por primera vez se reutilizaba tras una prueba anterior, y la nave espacial de segunda etapa Starship.
El despegue fue exitoso, teniendo en cuenta que las dos últimas pruebas terminaron en explosión pocos minutos después, pero casi una hora más tarde la empresa perdió contacto con una nave que comenzó a dar vueltas hasta precipitarse al océano Índico.