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La compleja relación entre Brigitte y Emmanuel Macron

El Financiero | 27/05/2025 | 09:06

Un video viral captado a la llegada del presidente Emmanuel Macron a Vietnam reavivó las miradas sobre su ya conocida y polémica relación con su esposa, Brigitte. En las imágenes, la primera dama aparece empujando con ambas manos el rostro del mandatario justo cuando descienden del avión. El gesto, que generó todo tipo de reacciones en redes sociales, fue calificado por Macron primero como “falso”, luego como una “broma” y, finalmente, su entorno reconoció que se trató de una “pequeña discusión”.
 
Este episodio público remueve una historia que ha estado marcada por el juicio mediático desde sus inicios. Emmanuel conoció a Brigitte en 1990, cuando él tenía apenas 15 años y ella era su profesora en una escuela jesuita de Amiens. Brigitte estaba casada, tenía tres hijos y dirigía un club de teatro en el que coincidió con el joven Macron. A pesar de la oposición de los padres del entonces adolescente, la relación sobrevivió a la distancia y al escrutinio social.
 
La pareja se casó en 2007, luego de que Brigitte se divorciara y esperara varios años para que sus hijos crecieran y su entorno se estabilizara. Macron cumplió su promesa de juventud: estar con ella. Diez años más tarde, en 2017, llegaría a la presidencia de Francia.
 
A lo largo de su mandato, la figura de Brigitte ha oscilado entre la admiración y la controversia. En 2023, concedió una inusual entrevista en la que habló abiertamente de su relación: “No hay un solo día que no me sorprenda”, dijo sobre su esposo, destacando su inteligencia como uno de los motores de su admiración y amor.
 
Pero las polémicas han continuado. En 2024, Brigitte ganó una demanda por difamación contra dos mujeres que difundieron rumores transfóbicos sobre ella, mientras que Macron fue captado en un beso mejilla con su ministra de Deportes, generando rumores sobre su vida privada. Más recientemente, el Palacio del Elíseo desmintió categóricamente que el presidente hubiese sido visto consumiendo cocaína, aclarando que la supuesta “bolsita” era en realidad un pañuelo.
 
A pesar de todo, la pareja Macron-Auzière continúa desafiando las convenciones y sosteniéndose en una historia de amor que, con sus altas y bajas, sigue cautivando a Francia y al mundo.