Implementar en Nuevo León el Programa de Vivienda y Regularización de la 4T exige una modificación a la Ley estatal de Asentamientos Humanos, Ordenamiento Territorial y Desarrollo Urbano, a fin de que el Estado y la Federación tengan atribuciones en materia de limitaciones a densidades, en lugar de que éstas recaigan en los Municipios, de acuerdo con desarrolladores.
Si bien la Ley actual otorga a la autoridad estatal la competencia para verificar que los planes de desarrollo urbano de los Municipios sean congruentes con la legislación federal, la aplicación específica de las densidades a un predio particular, así como la expedición de los permisos correspondientes, recae en los Ayuntamientos.
Un desarrollador consultado, quien pidió anonimato, refirió que es un "gran problema" para el desarrollo de vivienda de interés social el que los ediles en la Entidad se nieguen a ampliar los límites de densidades, es decir, a restringir menos la cantidad de viviendas que pueden construirse en un área.
Inclusive, advirtió, este problema provocaría que, al cabo de un par de años, la urbe regia se convierta en una megalópolis, pues la mancha urbana se extendería hacia Coahuila y Tamaulipas.
"Cada Alcalde tiene el 100% de poder para decidir lo que le dé la gana y lo que les da la gana es 'no densidad', aunque ayude a la causa de vivienda asequible, y así crece la mancha urbana más rápido. Nadie tiene autoridad sobre el Alcalde para obligarle a tener densidad", dijo el desarrollador.
"En poquitos años vamos a acabar haciendo vivienda en Saltillo, en Laredo, en Reynosa, porque nos vamos acabando el espacio de todos lados".
Un segundo desarrollador, que también pidió el anonimato, señaló que la Ley vigente en la materia, publicada en noviembre del 2017, obstaculizará que se concrete en Nuevo León el programa de "Viviendas del Bienestar".
"Desde que cambiaron la Ley de que no es el Estado, sino los Municipios, los que definen las densidades, cambió totalmente todo. Los Municipios no quieren altas densidades".
El 19 de mayo, EL NORTE publicó que las promesas de la 4T en materia de vivienda serán más difíciles de cumplir en Monterrey, Guadalajara y Tijuana, que padecen hipodensidad, es decir, su densidad bruta urbana es inferior a 50 habitantes por hectárea.