El volcán Kilauea de Hawái, uno de los más activos del mundo, ha entrado en erupción este domingo a través de uno de sus cráteres, en un fenómeno que, aunque ha sido breve, ha dado lugar a fuentes de lava que han llegado a los 300 metros de altura.
La actividad del volcán se ha mantenido en esta zona desde una erupción más fuerte el pasado diciembre, con episodios recurrentes que han tardado alrededor de un día. La principal preocupación en diciembre eran los altos niveles de gas volcánico, ya que podrían tener efectos de gran alcance debido al viento, aunque la propia actividad volcánica no representó ningún riesgo para las personas o las infraestructuras.
La erupción previa del Kilauea desde el mes de diciembre había sido el anterior septiembre, con una duración de seis días. En diciembre, un científico del USGS en Hawái, Ken Hon, aseguró que era la quinta erupción del volcán desde diciembre de 2020. "Hay colas muy grandes en la esquina suroeste del cráter Halemaumau, que está en la mitad sur de Kaluapele", especificó, según CBS
El más reciente, iniciado el domingo, se prolongó solo seis horas, según el Observatorio Vulcanológico de Hawái.
El Kilauea tiene una actividad muy frenética, siendo la última erupción un desencadenante de otros episodios activos hasta la fecha. Como recuerdan los vulcanólogos, la actividad volcánica es constante, cíclica y forma parte del equilibrio natural del planeta. Otros volcanes, como el Calbuco, en Chile, o el Leguatón, en Indonesia, también han tenido pulsos de actividad en el pasado reciente.
El instituto ha informado este lunes del cese de la emisión de lava en el Halemaumau, un cráter dento de la caldera Kilauea. Se trata de una zona aislada, por lo que no supone un riesgo para las personas, aunque el observatorio mantiene el aviso naranja para la aviación.