Hace 45 años, el 23 de mayo de 1980, se estrenó en Estados Unidos una de las películas más influyentes del cine de terror: El Resplandor (The Shining), dirigida por Stanley Kubrick y basada en la novela homónima de Stephen King. Protagonizada por Jack Nicholson y Shelley Duvall, esta obra maestra del suspenso psicológico ha trascendido generaciones y se mantiene como una referencia obligada tanto para cinéfilos como para cineastas.
Ambientada en el aislado Hotel Overlook durante una tormentosa temporada invernal, El Resplandor narra la progresiva transformación mental de Jack Torrance, un escritor frustrado que, tras aceptar un trabajo como cuidador del hotel, comienza a perder la cordura bajo la influencia de fuerzas sobrenaturales. La película explora temas como el aislamiento, la violencia familiar y la fragilidad mental, con un estilo visual inquietante y un uso innovador del sonido que sigue generando análisis y debates.
A pesar de haber recibido críticas mixtas en su estreno y de haber sido ignorada por los principales premios de la época, El Resplandor fue reivindicada con el paso del tiempo. Hoy, es considerada una de las mejores películas de terror de todos los tiempos. La actuación de Nicholson, especialmente la escena del “Here's Johnny!”, se ha vuelto icónica, mientras que la dirección meticulosa de Kubrick se estudia en escuelas de cine como ejemplo de precisión narrativa.
Stephen King, aunque históricamente crítico de la adaptación de Kubrick por su alejamiento del espíritu de su novela, ha reconocido recientemente en una entrevista que El Resplandor “encontró su propio camino como una pieza única del horror cinematográfico”. Su legado incluso se expandió con la secuela Doctor Sleep (2019), dirigida por Mike Flanagan, que conecta directamente con el universo fílmico de Kubrick.
A 45 años de su estreno, El Resplandor no solo sigue dando miedo: también sigue haciendo pensar, inspirando y fascinando. Un claro ejemplo de cómo el cine, cuando alcanza el nivel del arte, puede volverse eterno.