Aunque organismos internacionales del sector agropecuario previnieron a México respecto al gusano barrenador del ganado, el País no aplicó medidas a tiempo, señaló Enrique Sánchez, ex director del Servicio Nacional de Sanidad, Inocuidad y Calidad Agroalimentaria (Senasica).
De acuerdo con el experto, las larvas ocultas entre migrantes indocumentados, drogas transportadas por narcotraficantes, e inclusive perros domésticos en vuelos internacionales pudieron abrir la puerta a la plaga proveniente de Centroamérica, pues la mosca por sí misma no podría volar de un país a otro.
En noviembre del año pasado se confirmó el primer caso del gusano barrenador del ganado en territorio mexicano y, al corte del 11 de mayo, se han acumulado mil 440 casos.
"El OIRSA (Organismo Internacional Regional de Sanidad Agropecuaria) advirtió de la plaga desde julio del 2023, que había un problema con esa plaga en Panamá, y que tenían que levantar las antenas los países de la región. Estas plagas son capaces de destrozar al país",
aseguró Sánchez en el foro virtual "Alerta sanitaria por gusano barrenador".
"Con todo respeto, nuestro País no levantó la antena, y venimos entonces a asumir las consecuencias ya cuando estaba aquí. La frontera sur históricamente ha sido catalogada como muy porosa y, si tú ves los flujos de migración (indocumentada), de drogas, son los mismos flujos. Ahora está muy problemático el asunto con los perros".
El ex titular del Senasica advirtió que sin estrategias efectivas y un presupuesto adecuado, la plaga podría extenderse al resto del País, puesto que actualmente está concentrada en el sureste.
"El tema será ponerle estrategias, darle mando y fuerza a quien lo va a llevar y, por supuesto, el presupuesto correspondiente. Estamos a tiempo de contenerla porque no está desparramada en todo el País; está identificado el sitio. La mosca solita no vuela mucho; no se mueve mucho de su entorno de vida", explicó Sánchez.
El 20 de mayo pasado, EL NORTE publicó que el periodo enero-abril del 2025 cerró con una caída anual del 60% en el volumen de exportación de becerros, debido al cierre de frontera con Estados Unidos, que comenzó en noviembre, tras la confirmación de la plaga en México, por el cual no se envió ganado al país vecino durante el primer mes del año.