México perdió 90 mil hectáreas de bosque tropical primario en 2024, casi el doble que el año previo, y la principal causa fueron los incendios, advierte un reporte de la plataforma Global Forest Watch (GFW) del Instituto de Recursos Mundiales (WRI, por sus siglas en inglés).
El reporte difundido este miércoles a partir de datos del Laboratorio de Análisis y Descubrimiento de Tierras Globales (GLAD) de la Universidad de Maryland, indica que un segundo factor en la pérdida de bosque lo constituye la expansión de actividades agrícolas y ganaderas a costa de superficies forestales, en particular la realizada por comunidades menonitas en el sureste del país.
Se detalla que la Comisión Nacional Forestal (Conafor) reportó más de 8 mil incendios en 2024 y la mayor superficie quemada registrada hasta entonces.
Los incendios forestales, señala, fueron la causa del 60.6 por ciento de la pérdida de bosque tropical primario el año pasado.
En 2023, indica, la pérdida total ascendió a 50 mil hectáreas y los incendios fueron responsables del 28.8 por ciento de la merma.
Alerta sobre el creciente impacto de actividades agropecuarias.
"La agricultura comercial, que incluye la ganadería y el cultivo de soya, también está reemplazando los bosques primarios. La mitad de la pérdida de bosque primario en México en 2024 se produjo en Campeche y Quintana Roo, donde la presencia de menonitas -quienes han establecido sistemas intensivos de monocultivo- ha ido en aumento", apunta.
El reporte estima en 9.2 millones de hectáreas la superficie total de bosque forestal primario en México.
Ubica al país como el décimo a nivel global por pérdida de ese ecosistema en 2024.
Los primeros lugares los ocupan Brasil, con 2.82 millones de hectáreas perdidas; Bolivia, con 1,48 millones, y República Democrática del Congo, con 590 mil.
"Los trópicos perdieron una cifra récord de 6.7 millones de hectáreas de bosque primario en 2024, un área casi del tamaño de Panamá. Debida principalmente a incendios masivos, esta pérdida es mayor que en cualquier otro año en al menos las últimas dos décadas", alerta el WRI.
"Se trata de uno de los ecosistemas forestales más importantes, crucial para los medios de vida, el almacenamiento de carbono, el suministro de agua, la biodiversidad y otros. Su pérdida, tan solo en 2024, provocó 3.1 gigatoneladas de emisiones de gases de efecto invernadero, equivalentes a poco más de las emisiones anuales de CO2 derivadas del uso de combustibles fósiles en India".