Sentado frente a una cámara desde prisión, el ex productor Harvey Weinstein asegura haber sido "condenado injustamente", mantiene su inocencia y rechaza las afirmaciones de actrices de Hollywood que lo han denunciado por abuso sexual o violación.
Weinstein mencionó que había sido declarado culpable dos veces de delitos sexuales: primero en 2020 por un acto sexual delictivo en primer y tercer grado, y segundo en 2022 por violación.
La primera fue anulada en 2024 porque el juez de primera instancia permitió un testimonio basado en acusaciones no incluidas en el caso, un punto que él menciona en repetidas ocasiones, aparentemente como prueba para respaldar su inocencia.
"No era un buen jefe. Era duro y exigente, y debería haberlo hecho mejor, pero no lo era. Tenía mal carácter. Debería haberme controlado mejor. Y las presiones de ese trabajo fueron mi excusa para engañar", aseveró en una entrevista para la comentarista política conservadora Candace Owens.
Owens lo cuestionó sobre algunas acusadoras en su contra, como Gwyneth Paltrow, quien afirmó que Weinstein la invitó a su habitación de hotel, le puso las manos encima y le sugirió un masaje después de haberla elegido para la película Emma (1996).
"Ella pensaba que la relación era abusiva. Cualquiera que estuviera allí, que presenciara esa relación con (Paltrow), simplemente se convirtió en una amistad total.
"Hay fotos de ella abrazándome cuando estaba enfermo y en el hospital, y no creía que lo lograría en 1999. Gwyneth, en los Globos de Oro, me dijo: 'Bomber, te extrañamos'. Se levantó y pronunció un discurso sobre mí. Nadie le pidió que lo hiciera. En su discurso en la Academia, me dio las gracias', declaró.
Aunque calificó el señalamiento como una "completamente invención", admitió que "definitivamente se le insinuó", pero no la tocó.
El ex productor, quien trabajó con Paltrow en filmes como Shakespeare in Love, sostiene que la pelea ocurrió porque no le gustaba el guion de "Secret History", de la autora Donna Tartt, que la actriz y su hermano Jake escribieron después de que él hubiera adquirido los derechos del bestseller.
Otro punto que tocó fue el artículo que escribió Rose McGowan para The New York Times, publicado en 2017, donde escribió que Harvey le pagó 100 mil dólares para que guardara silencio sobre el encuentro sexual que tuvieron en el Festival de Cine de Sundance.
En su defensa, dijo que esa cantidad era para asegurarse que su infidelidad a su entonces esposa, Eve Chilton, permaneciera en secreto.
"Llegué a un acuerdo con Rose McGowan. Le di 100 mil dólares, ¿sabes?, para que le dijera 'simplemente no se lo digas a mi esposa, no me metas en problemas'".
Ayuda a colegas desde prisión
Desde la cárcel, Harvey Weinstein ha estado ayudando a algunos de sus contactos en Hollywood a desarrollar sus películas.
"Tengo amigos que todavía están en la industria y me pasan sus guiones y me piden notas.
"¿Sabes qué puedo hacer? ¿Puedo ayudar? ¿Puedo mejorarlo? Y simplemente les doy mi opinión sincera. Así que no hago nada por mí, sino por los demás", detalló.