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Una Gobernadora en la encrucijada

Agencia Reforma | 18/05/2025 | 16:35

Adela Navarro Bello, directora del semanario Zeta, y Alberto Capella, ex Secretario de Seguridad en Tijuana, abordan en esta colaboración la encrucijada de la Gobernadora de Baja California, Marina del Pilar Ávila, por el retiro de su visa estadounidense.
 
GOBERNAR UN ESTADO BICULTURAL SIN VISA
 
El programa más emblemático de turismo del Gobierno de Baja California se titula “Welcome to Baja”. Así, en inglés, está orientado a la sociedad de los Estados Unidos, país del cual la Gobernadora Marina Ávila Olmeda espera atraer la mayor cantidad de turistas e inversiones a la gran región binacional del noroeste de México. Por ello, aun cuando intenta minimizar el delicado tema, sí resulta grave que le haya sido revocada su visa B1/B2 de no migrante para ingresar a la Unión Americana.
 
Ávila insiste que no requiere una visa para gobernar, aunque en julio de 2023 realizó una notoria gira en Nueva York para promover el estado. Con participaciones en las pantallas de Times Square, muestra artesanal regional en el Lincoln Center, degustación gastronómica de la Baja, promoción de etnias y música al son del grupo Nortec, la Gobernadora se lució en redes sociales desde la ciudad de los rascacielos al tiempo que medios de comunicación oficialistas festinaban su hazaña y la conquista de NYC, de la cual dio cuenta con una imagen de ella formando un corazón con sus manos y al fondo una pantalla con el lema “Welcome to Baja California”. Bien, sin visa, ya no podrá promocionar la entidad ni en el estado de Nueva York ni en los 49 restantes de la Unión Americana.
 
De igual manera reuniones de la Mandataria estatal con Gavin Newson, Gobernador de California, han sucedido, especialmente para la supervisión de trabajos conjuntos en temas binacionales de relevancia como el agua. La pregunta es si con el nuevo estatus de prohibición de la mexicana para internarse a territorio norteamericano, el estadounidense colaborará de la misma forma. El fondo del tema de la revocación de la visa de la Gobernadora tampoco es menor.
 
En principio, su esposo, Carlos Torres Torres, el primer caballero de Baja California que ostenta un cargo honorífico otorgado por la Gobernadora, es, de acuerdo a autoridades del Departamento de estado de la Unión Americana, el sujeto en una investigación en aquel país, motivo por el cual a él antes que a ella, le fue revocada la visa de no migrante. Las autoridades de Aduanas y Comercio en la garita internacional de San Ysidro en Tijuana, le quitaron físicamente la tarjeta de cruce fronterizo para destruirla y regresarlo a tierras mexicanas con la consigna de no tener documento legal para internarse en ese país.
 
Tal investigación, de acuerdo a las mismas fuentes, revelada de forma confidencial al Semanario ZETA, incluye los temas de lavado de dinero y conspiración para la comisión de delitos, y alcanzó a manera de daño colateral a la Gobernadora de Baja California para revocarle la visa, aun cuando también contribuyeron decisiones tomadas por ella en materia de seguridad, como detener la exploración de un predio presuntamente utilizado por un cártel para fosas clandestinas en Tijuana.
 
Pero esa no es la única investigación en trámite que tiene como persona de interés el esposo de la Gobernadora, Carlos Torres Torres. En México, en la Fiscalía Especializada en Materia de Delincuencia Organizada hay otra indagatoria que, de hecho, incluye también al cuñado de la Mandataria, Luis Alfonso Torres Torres, por huachicol, misma que inició el 26 de marzo de 2025 en el puerto de Ensenada, Baja California, cuando Fuerzas Armadas descubrieron un predio con contenedores y aproximadamente 8 millones de litros de diesel. Uno de los testimonios en la carpeta de investigación refiere la participación de los hermanos Torres en el proceso ilícito para internar el combustible proveniente de Texas, a territorio mexicano por la aduana en aquel municipio.
 
Estos hechos delictivos en investigación de la familia política de la Gobernadora, meten en un brete la relación bilateral que Marina Ávila tanto ha trabajado y presumido, no sólo con la gira de promoción por Nueva York, sino con los acuerdos de colaboración con California, el estado norteamericano vecino de Baja California, y que por sí solo constituye la cuarta economía mundial con 4.3 trillones de dólares de Producto Interno Bruto.
 
Baja California es el quinto estado con más inversión extranjera directa de Estados Unidos en México, con 4 mil 531 empresas de la Unión Americana en esa entidad, y una inversión, en 2024, de mil 649.1 millones de dólares, lo que representa el 66% del total de la IED que llega a la entidad de acuerdo a la Dirección General de Inversión Extranjera de la Secretaría de Economía del gobierno de la República.
 
La garita de San Ysidro, donde fue retirada la visa al esposo de la Gobernadora, constituye la frontera más transitada del mundo. El mote no es gratuito, un documento del Buró de Estadísticas de Transportación (BTS por sus siglas en inglés), refiere que en el año 2023, solamente los vehículos que cruzaron la frontera de México hacia los Estados Unidos sumaron 15 millones 349 mil 871, lo que ubica a esa delimitación fronteriza en el sitio número uno, muy por encima del segundo lugar, El Paso, Texas, con 8 millones 352 mil 496 cruces vehiculares. Aparte se cuentan los 6 millones 678 mil 157 cruces de peatones por la garita de San Ysidro.
 
Resulta un contrasentido que la Gobernadora de la entidad que posee la frontera más transitada del mundo no pueda cruzarla.
 
Entonces sí existe un contexto de incertidumbre política y de la administración gubernamental por el hecho que a la Gobernadora de un estado fronterizo como Baja California le haya sido revocada la visa. Está claro que el negarle el acceso al territorio norteamericano reduce las oportunidades de promoción, atracción de inversión, de acuerdos de colaboración en materia ambiental, de seguridad y de negocios de una importante región binacional que, de manera tradicional, tiene una historia geográfica, cultural, social y económica compartida de la que la Gobernadora, por responsabilidad de su marido y su cuñado, ha quedado excluida, poniendo al estado que encabeza en una indiscutible encrucijada.
 
A MARINA LA ALCANZARON SUS MUERTOS
 
Con preocupación y tristeza veo los acontecimientos en mi tierra que me dejan ver un panorama gris oscuro en el mediano plazo. El escándalo por el retiro de las visas a Marina Del Pilar Ávila, Gobernadora de Baja California, y a su esposo Carlos Torres Torres ha provocado en la entidad una crisis profunda de gobernabilidad por la pérdida de legitimación y de confianza de un ente tan poderoso como el Gobierno norteamericano con quien como regla general las y los gobernadores de las entidades fronterizas deben tener una relación institucional, económica, turística y de carácter cultural que históricamente ha caracterizado a los dos lados de la frontera.
 
Pocos mexicanos del centro y sur de nuestro país conocen la dinámica fronteriza en Baja California, Sonora, Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas. Es más, pocos saben que en la historia de estos estados fronterizos muchos Gobernadores nacieron en Estados Unidos teniendo doble nacionalidad. De ese tamaño es la correlación en los dos lados de la frontera.
 
Baja California colinda al norte con California, al sur con Baja California Sur al este con Sonora y al oeste con el Océano Pacífico. La colindancia con nuestros vecinos del sur es enorme geográficamente por lo que la relación vía terrestre es en extremo limitada, la del este con Sonora, aunque es mucho mas accesible, colinda con San Luis Río Colorado un municipio sonorense fronterizo relativamente pequeño de 200 mil habitantes, muy alejado de los demás municipios sonorenses y la relación también turística, comercial y social es escasa.
 
Lo anterior retrata la realidad de la sociedad bajacaliforniana, nuestro único contacto real es con California que además ofrece enormes bondades comerciales, turísticas y culturales y, aunque nos duela reconocerlo, nuestro contacto directo con el Primer Mundo. Por lo tanto contar con visa es tener sinónimo de movilidad que te hace sentir libre en el rincón mexicano más alejado del centro del País, donde precisamente empieza la Patria.
 
Por lo anterior, el retiro de la visa a quien conduce los destinos de la entidad no es cosa menor y no puede interpretarse como un asunto personal como pretende afirmarlo. Sin embargo, haciendo una análisis de lo que ha acontecido en mi tierra natal en este sexenio y que seguramente con información más sólida está en los escritorios de las agencias norteamericanas, pudiera afirmar que este acontecimiento es más resultado de un Gobierno sin rumbo, frívolo, tolerante a la violencia, permisivo con los criminales y displicente a la crítica y participación ciudadana.
 
Esto suele suceder cuando el control electoral genera esa gran soberbia por la garantía electoral de continuidad a su proyecto político, el objetivo para ellos es mantener con dádivas institucionales las simpatías ciudadanas en las urnas, por lo tanto la calidad de sus gobiernos y los resultados de los mismos es lo de menos y la ligereza para relacionarse con quien sea es la constante.
 
Marina del Pilar inició su Gobierno rompiendo con el Gobernador anterior, marcando diferencias y tolerando el desastre del Gobierno municipal de Montserrat Caballero en Tijuana. Contrario a lo que hizo Claudia Sheinbaum en su carácter de Jefa de Gobierno, Marina renunció desde el primer minuto de su gestión a enfrentar el tema de seguridad, aceptando imposiciones de los titulares en la materia, de los cuales a poco más de la mitad de su administración lleva tres nombramientos con los nulos resultados que saltan a la vista. Ávila Olmeda es de esa clase de nuevos gobernadores que tienen una fascinación por ser influencers más que Mandatarios y sienten que los likes en sus redes sociales son una muestra de legitimación al rumbo de su gobierno, ser popular virtualmente a cambio de la ineficiencia institucional.
 
A Marina del Pilar la están alcanzando los 8,554 muertos que nada más en el rubro de la imparable violencia lleva hasta hoy en su Administración.
 
Esos homicidios, que su ausencia de voluntad política y la consecuente falta de estrategia, están encontrando en el Gobierno norteamericano la esperanza que se les haga justicia.
 
Podrá alegar con la cursilería acostumbrada todo lo que guste, pero la realidad tangible de su ejercicio de Gobierno es desastrosa y pareciera que esa dramática realidad no está pasando desapercibida al norte de la frontera, en donde seguramente el escrutinio del poderío criminal del narcotráfico, la impunidad de los homicidios, el sometimiento social a través de la extorsión criminal e institucional entre muchas otras cosas podrían ser una pista para entender la complicidad institucional con la delincuencia, cuyos principales actores, especialmente en Tijuana y Mexicali, están más que identificados, y con ello entender los presuntos manejos financieros del círculo cercano de la Gobernadora que siempre lleva el corazón por delante.