Alteraron las cadenas de suministro
Para el catedrático e investigador Cuauthémoc Modesto López, de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, “La confrontación arancelaria entre las dos grandes potencias comerciales del mundo, Estados Unidos y China, ha impactado en el comercio global, al alterar las cadenas de suministro que aún se estaban estabilizando después de la pandemia de COVID-19, elevando así los costos de los insumos y generando una profunda incertidumbre económica”.
El investigador consideró que “Para México, que es un socio clave para ambos gigantes comerciales, esto representa retos y oportunidades”.
Señaló que “La disrupción comercial puede afectarlo indirectamente, pero el e-sharing, impulsado por estas tensiones, ha aumentado la inversión, especialmente en sectores como el automotriz, debido al interés de las empresas de acercarse al mercado estadounidense”.
Así, por tanto, dijo el académico, dado este contexto, es de esperarse una relación compleja, con acuerdos puntuales, impulsando la diversificación y regionalización de las cadenas de suministro, en las cuales México podría tener un papel creciente y estratégico, a través de acciones que potencien el e-sharing, como puede ser el caso del Plan México.
Acuerdo provisional frenó el derrumbe
Modesto López señaló que “La declaración reciente del secretario del Tesoro estadounidense, Scott Besen, en el sentido de que ambos países (Estados Unidos y China) reducirían aranceles recíprocos durante 90 días, encontró resonancia, entre otras acciones en materia de extensión arancelaria”.
Consideró que tienen particular importancia estas negociaciones para destrabar “El levantamiento a la prohibición de las entregas de aviones Boeing en ese país, lo cual posibilitará a las aerolíneas chinas adquirir aviones de esta firma norteamericana, transacción que se pausó hace un mes debido al inicio de las hostilidades comerciales, iniciadas por el gobierno que encabeza Donald Trump”.
Como parte de estos acuerdos iniciales, “Estados Unidos se comprometió a reducir los aranceles a productos chinos, en un 30 por ciento, medida que entró en vigor a partir del 14 de mayo”.
El principio del conflicto
Sin embargo, Cuauhtémoc Modesto López reconoció que “Durante este mes, mayo del 2025, la relación comercial entre Estados Unidos y China sigue mostrando una tensión persistente, aunque con ciertos visos de estabilización y de un entendimiento, luego de una amplia fase de confrontación comercial marcada por el incremento mutuo de aranceles”.
El investigador de la UASLP destacó que esta confrontación surgió a partir de la decisión de la administración del presidente Trump de imponer un arancel de 145 por ciento a las importaciones chinas, acción que el gigante asiático respondió haciendo lo propio con un arancel del 125 por ciento sobre algunos productos estadounidenses.
De esta manera, dijo Modesto López, las políticas arancelarias han incidido de forma distinta en ambos países.
El investigador explicó que “En Estados Unidos, los aranceles buscaron reducir el déficit, pero generaron costos a importadores y, por tanto, el aumento de precios”.
Pero en China, dijo el académico, las restricciones afectaron exportaciones, aunque su mercado interno y estímulos atenuaron el impacto.