Han pasado 24 años desde que Shrek llegó a las pantallas de cine en mayo de 2001, y su impacto en la industria de la animación sigue siendo tan vigente como entonces. Lo que comenzó como una arriesgada apuesta de DreamWorks Animation, terminó convirtiéndose en un fenómeno cultural que redefinió el género animado, desafiando los cánones establecidos por gigantes como Disney y marcando una nueva era en el cine familiar.
Basada libremente en el libro infantil de William Steig, Shrek narra la historia de un ogro gruñón que, en su intento por recuperar la paz de su pantano, se embarca en una inesperada aventura que lo lleva a desafiar estereotipos, romper maldiciones y descubrir el verdadero significado del amor y la aceptación.
Pero más allá de su argumento, la cinta protagonizada por las voces de Mike Myers, Eddie Murphy y Cameron Diaz, se destacó por su humor irreverente, su subversión de los cuentos de hadas clásicos y una animación por computadora que, para su época, era revolucionaria. El filme no solo ridiculizó los arquetipos tradicionales, sino que también introdujo una narrativa más ágil, moderna y con múltiples niveles de lectura, permitiendo que tanto niños como adultos pudieran disfrutarla.
Con un presupuesto aproximado de 60 millones de dólares, Shrek recaudó más de 480 millones en taquilla mundial, convirtiéndose en un éxito rotundo. En 2002, fue galardonada con el primer Premio Óscar a Mejor Película Animada, una categoría que se estrenó ese mismo año, lo que consolidó su estatus como un hito cinematográfico.
Además de sus logros técnicos y narrativos, Shrek dejó una profunda huella en la cultura pop. Frases como “¡Soy un burro que habla!” o el uso irónico de canciones como All Star de Smash Mouth se volvieron icónicas. El personaje de Burro, la princesa Fiona y el mismo Shrek son ahora parte del imaginario colectivo global.
A lo largo de los años, la franquicia creció con múltiples secuelas, un spin-off (El Gato con Botas), productos derivados, musicales y memes que siguen circulando activamente en redes sociales. Incluso hoy, las generaciones más jóvenes descubren la cinta a través de plataformas de streaming, manteniéndola vigente.
A 24 años de su estreno, Shrek no es solo una película querida por millones; es un parteaguas que demostró que la animación podía ser transgresora, divertida y profundamente humana. Y aunque el ogro verde haya empezado su historia deseando estar solo en su pantano, terminó conquistando al mundo entero.
