El pasado 12 de mayo, trabajadores de la Aduana de Manzanillo realizaron un paro de labores y bloquearon los accesos al recinto portuario, generando la suspensión temporal de actividades clave para el comercio exterior del país. La protesta, que inició a las 7:00 horas y duró aproximadamente nueve horas, fue motivada por exigencias de mejores condiciones laborales, respeto a la jornada de ocho horas, aumento del personal y atención a denuncias de hostigamiento y acoso laboral.
Con pancartas que decían “Jornadas dignas” y “No más abuso laboral”, los empleados señalaron que actualmente sólo 300 personas laboran en la aduana, frente a más de 700 en la del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, a pesar del alto volumen de operaciones. Esto ha derivado en jornadas de hasta 18 horas, afectaciones a la salud y un clima laboral hostil.
Durante el paro, se interrumpieron los trámites aduanales y la descarga de contenedores, aunque las operaciones en muelles y la programación de buques continuaron. Según estimaciones del Consejo Mexicano de Comercio Exterior (Comce Occidente), entre mil y mil 500 operaciones de autotransporte se vieron afectadas, lo que podría tardar varios días en regularizarse, con costos adicionales para transportistas y empresas.
La protesta concluyó alrededor del mediodía tras un acuerdo preliminar con autoridades federales y locales, incluyendo una mesa de diálogo que se celebrará en un plazo de 72 horas. En esta participarán representantes del INDAABIN, la Secretaría de Marina, la CNDH y los trabajadores inconformes, quienes ya habían presentado una queja formal ante la CNDH por hostigamiento laboral, psicológico y violencia de género.