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Iglesia pide ver la maternidad como símbolo de 'esperanza'

EFE | 11/05/2025 | 13:40

La Iglesia católica mexicana hizo este domingo un llamado a redescubrir la maternidad como símbolo de “esperanza” y pidió defender el derecho a la vida, en el marco del Día de la Madre que se conmemoró el 10 de mayo.
 
“Aprovechamos esta fecha para hacer una invitación a redescubrir la maternidad como símbolo de esperanza, como reflejo del amor de Dios que da vida, cuida y acompaña”, señaló la organización religiosa en su editorial dominical Desde la Fe.
 
La Arquidiócesis de México aprovechó la celebración del Día de la Madre para recordar que en el país aún hay muchas madres que no tienen a quién abrazar.
 
“Hay madres que viven buscando a sus hijos desaparecidos, recorriendo caminos de incertidumbre por todo México con una foto en la mano y una esperanza intacta en el corazón”, aseveró.
 
Asimismo, dijo que hay madres que han visto morir a sus hijos a causa de la violencia y han sido testigos del reclutamiento de sus adolescentes y jóvenes por el crimen organizado, o que han vivido la violencia intrafamiliar.
 
“Otras, con el alma desgarrada, han vivido el drama silencioso del suicidio juvenil, la segunda causa de muerte entre los jóvenes”, precisó.
 
Dijo que hablar de las madres es hablar del valor de la vida y remarcó que, en tiempo donde se promueve cada vez más la idea de que el aborto es un derecho absoluto, “se nos olvida que, en el vientre de una madre, no hay un proyecto de vida, sino una vida ya iniciada.
 
“La maternidad no siempre llega en condiciones ideales, pero eso no le quita valor ni dignidad a la vida que comienza. Tristemente, en muchos discursos sociales y políticos se apoya más la decisión de quitar la vida que la de defenderla, y se deja de lado el derecho más elemental: el derecho a nacer, el derecho a la vida”, enfatizó.
 
Aseveró que defender la vida no es un “discurso ideológico”, sino un compromiso de humanidad y señaló que las madres son, “por excelencia”, las primeras guardianas de ese don.
 
Finalmente, agradeció a las madres por ser “signo vivo” del Evangelio, “por enseñarnos que la vida siempre merece ser defendida, incluso en medio de las lágrimas”.