Rebosa la actividad en la plaza central de Chiclayo, localidad peruana donde el nuevo papa fue obispo ocho años y en la que los obreros ultiman las pantallas gigantes que retransmitirán una gran misa multitudinaria de acción de gracias de este sábado por la noche, mientras la Policía ultima las medidas de seguridad.
"Esto es algo muy bonito para nosotros, los chiclayanos, representa una identidad local, ya que el señor Prevost ha estado muy activo con nosotros, apoyándonos en el fenómeno de El Niño y en la pandemia. Esto representa una victoria para nosotros", dice a EFE, junto a la catedral, Cristian Quevedo.
Asegura que, como él y su familia, son miles las personas que acudirán a la plaza para unirse a la misa de acción de gracias que oficiará el obispo Edinson Farfán, sucesor del Prevost en la diócesis y también agustino.
Los altos mandos policiales conversan con personal de la Municipalidad para definir el plan de seguridad, pues esperan una gran cantidad de personas desde las 18:00 hora local (23:00 GMT) para asegurarse un buen sitio para la misa, que empieza a las 20:00 hora local (01:00 GMT del domingo).
Mientras un coro de niñas de un grupo parroquial canta "aleluya, viva el pueblo peruano", los obreros habilitan los andamios donde colocarán tres pantallas gigantes que permitan seguir la celebración desde todos los puntos de la plaza.
Cristian añade que los habitantes de esta localidad tienen que estar agradecidos con la elección del nuevo pontífice, porque, gracias a León XIV, "Chiclayo y Perú están en los ojos del mundo".
"Claro que va a venir mucha gente, estamos todos entusiasmados todos nos estamos organizando con los vecinos, los grupos de la parroquia, nos estamos pasando la voz para quedar. Esto es ya una algarabía", dice otra chiclayana.
Los vecinos observan curiosos la llegada de decenas de periodistas que han llegado desde Estados Unidos, Brasil, Italia y otros puntos de la región para conocer la ciudad de unos 800.000 habitantes que el papa estadounidense nombró en el balcón del Vaticano.