El Presidente Donald Trump anunció ayer un acuerdo comercial "total y completo" de su país con Reino Unido (RU), pero con detalles limitados sobre lo que logrará y el escepticismo de especialistas en la materia.
"Consolidará la relación entre EU y Reino Unido por muchos años", afirmó Trump en su red social TruthSocial.
"¡Muchos otros acuerdos... seguirán!", abundó.
Algunos aspectos del acuerdo son:
* EU mantendrá el arancel de 10% sobre casi todas las importaciones procedentes de RU que Trump impuso el 2 de abril.
* EU reducirá sus aranceles sobre las importaciones de autos de RU de 275% a 10%, pero sólo hasta 100 mil vehículos al año. RU exportó 92 mil automóviles a EU en el 2024, lo que significa que prácticamente su industria automotriz no podrá aumentar sus envíos sin pagar aranceles más altos.
* Las exportaciones de acero de RU entrarán a EU libres de aranceles, en lugar de pagar el 25% que la Casa Blanca ha impuesto al acero importado.
* Los dos países acordaron un mayor acceso al mercado para la carne de res de cada uno.
* RU eliminará su arancel sobre el etanol de EU, hasta a mil 400 millones de litros al año.
* EU levantará todos los aranceles sobre motores de aviones y otras partes aeroespaciales de Rolls Royce de RU. A cambio, una aerolínea de RU anunciará pronto que gastará 10 mil millones de dólares en la compra de aviones de Boeing.
* RU reducirá los impuestos de importación sobre unos 2 mil 500 productos estadounidenses, como aceite de oliva, vino y equipo deportivo.
Un funcionario británico dijo a la agencia AP que las negociaciones aún están en curso en áreas como productos farmacéuticos, chips, minerales críticos, cobre y madera, y Trump aclaró que el acuerdo no exime a RU de los aranceles de 100% sobre películas extranjeras que ha propuesto.
"Es más simbólico que económico. Lo que hemos aprendido es que estos anuncios iniciales sólo ofrecerán cierto alivio en puntos de dolor, en vez de representar el fin de la guerra comercial", afirmó Beata Caranci, economista jefe del banco TD Economics, en un e-mail.
Para Paul Krugman, Premio Nobel de Economía 2008, el acuerdo será una cortina de humo, un intento de persuadir a los crédulos de que los aranceles de Trump realmente funcionan.
"No supondrá una apertura significativa del mercado británico a los productos estadounidenses. ¿Por qué? Porque ese mercado ya estaba completamente abierto antes de la irrupción de Trump", escribió ayer en una plataforma propia de sus editoriales.
"Lo más importante que hay que entender sobre la guerra comercial de Trump es que intenta resolver un problema que sólo existe en su imaginación".
Señaló que el déficit comercial de EU que Trump ha esgrimido para sus aranceles no es el resultado de políticas comerciales exteriores injustas.
"Es, en cambio, la otra cara de los grandes flujos de capital hacia EU, que históricamente reflejaban que EU era percibido como un lugar atractivo para invertir".
Indicó que si la estrategia de Trump logra reducir el déficit comercial de EU, sólo lo hará destruyendo el atractivo de EU para los inversionistas extranjeros, lo cual podría ser "un objetivo alcanzable".
"Entonces, ¿deberíamos celebrar el acuerdo comercial que se anuncia hoy (ayer)? No. No resolverá ninguno de los problemas que Trump ha creado. En todo caso, le ofrecerá a Trump una ilusión temporal de éxito, animándolo a crear aún más problemas".