Volvo Cars planea recortar un 5 por ciento de su plantilla en su planta de Carolina del Sur debido a la incertidumbre económica generada por los aranceles del Presidente Donald Trump, informó The New York Post.
Un portavoz informó que aproximadamente 125 de los 2 mil 500 empleados de la planta de Charleston se verán afectados.
Sin embargo, el fabricante de automóviles afirmó mantener su compromiso de crear 4 mil puestos de trabajo en el estado, una meta que se fijó en 2018 cuando abrió la fábrica.
También busca aumentar la producción en las instalaciones de Charleston en el futuro, añadió la compañía.
Volvo Cars no respondió de inmediato a la solicitud de comentarios del Post.
En su informe trimestral de resultados de la semana pasada, Volvo Cars anunció que planea reducir los costos en mil 880 millones de dólares. Esta cifra no incluye los despidos recientemente anunciados.
Como la mayoría de las empresas del sector, Volvo Cars, propiedad de Geely Holding, un conglomerado automotriz chino, se enfrenta a un duro golpe por los aranceles de Trump.
Si bien su fábrica más grande se encuentra en Suecia, el fabricante de automóviles también cuenta con tres enormes instalaciones en China.
A principios de abril, Trump impuso un impuesto del 25 por ciento a las importaciones de vehículos extranjeros, y la semana pasada aplicó la misma tasa a las autopartes. Se espera que esto afecte a prácticamente todos los automóviles en Estados Unidos, ya que incluso los fabricados en el país contienen piezas de otros países.
Unos días antes de que entrara en vigor el impuesto a las autopartes, Trump anunció "una pequeña ayuda" para los fabricantes de automóviles.
Los aranceles a los automóviles, afirmó, no se sumarán a otros impuestos que ha impuesto, como los del acero y el aluminio, o las elevadas tasas impuestas a Canadá y México.
Sin embargo, el arancel del 145 por ciento impuesto por Trump a China seguirá aplicándose además de los aranceles a los automóviles.
No obstante, Volvo Cars afirmó que Estados Unidos sigue siendo un elemento clave de su estrategia a largo plazo.
Si bien su fábrica de Charleston tiene capacidad para producir 150 mil automóviles al año, actualmente solo fabrica el SUV eléctrico EX90 y el Modelo 3 de Polestar, y la mayoría de los automóviles Volvo se importan de Europa.
En abril, la compañía afirmó haber vendido mil 316 EX90 en Estados Unidos en lo que va de año.
Volvo Cars cuenta con casi 43 mil empleados en todo el mundo, incluyendo 29 mil en Europa, unos 10 mil en Asia y 3 mil en América, según su informe anual de 2024.