El presidente de Estados Unidos, Donald Trump rompió el silencio en torno a las críticas por la imagen viral generada por inteligencia artificial en la que aparece vestido como el Papa y lejos de tomarlo con seriedad, Trump aseguró que todo fue una “broma” y que “hay que divertirse un poco”.
La imagen, publicada el pasado viernes, lo muestra portando una mitra, una cruz dorada y la tradicional sotana blanca, en una escena ficticia que simula el ambiente del cónclave cardenalicio tras la muerte del Papa Francisco el mes pasado. Trump, de 78 años, compartió la imagen en redes sociales, provocando una ola de reacciones divididas.
“Algunos no saben aceptar una broma”, dijo el lunes a los periodistas desde la Oficina Oval. Según él, quienes se ofendieron no fueron los fieles católicos, sino los “medios de noticias falsas”.
“A los católicos les encantó”, aseguró.
Sin embargo, no toda la comunidad religiosa lo tomó con humor. Varios líderes católicos expresaron su molestia. El obispo Robert Barron declaró a la cadena EWTN:
“Fue una broma de mal gusto que ofendió a muchos católicos. Hubiera preferido que no lo hiciera”.
Por su parte, el cardenal Timothy Dolan, arzobispo de Nueva York y amigo personal de Trump, comentó desde Roma:
“Espero que él no haya tenido nada que ver con eso. No estuvo bien”.
Trump, que asistió al funeral del Papa Francisco el 26 de abril, negó haber creado o publicado originalmente la imagen, alegando que simplemente se viralizó en internet.
“Alguien inventó una foto mía vestido de Papa y la subió a internet. No fui yo quien la hizo. No tengo ni idea de dónde salió”, dijo.
Incluso compartió que su esposa, Melania Trump, pensó que la imagen era “linda”, aunque bromeó diciendo que, como los papas no están casados, ese detalle complicaría su postulación al cargo.
La controversia se intensificó luego de que la cuenta oficial de la Casa Blanca en X compartiera la imagen, generando más críticas.
Días antes, Trump ya había bromeado con la idea: cuando le preguntaron quién debería ser el nuevo líder de la Iglesia católica, respondió entre risas:
“Yo. Esa sería mi opción número uno”.
El vicepresidente JD Vance se sumó al tono relajado, proponiendo al secretario de Estado, Marco Rubio, quien es católico, como posible candidato papal.
Mientras tanto, el cónclave para elegir al nuevo Papa comenzará este miércoles en el Vaticano, donde los cardenales se reunirán a puerta cerrada para tomar una de las decisiones más trascendentales de la Iglesia.