A dos semanas del fallecimiento del Papa Francisco, de nombre secular Jorge Mario Bergoglio, se llevaron a cabo las Exequias Diocesanas en la Catedral de la Ciudad de Guadalajara.
Las exequias son parte del ritual católico para despedir a los muertos y dotarlos de ayuda espiritual, así como consolar y dar esperanza a los vivos.
Durante la misa del domingo en la Catedral, el obispo Héctor López Alvarado, impartió la misa en lugar del cardenal José Francisco Robles Ortega, quien se encuentra en Roma en el cónclave para elegir al nuevo papa.
En la homilía, el obispo hizo un recuento de la selección del papa Francisco y los distintos acontecimientos que marcaron su tiempo como la autoridad máxima de la Iglesia Católica.
"El día 13 de marzo del año 2013 todos en el mundo, católicos y no católicos estábamos expectantes observando por los medios de comunicación la chimenea que mostraría la fumata en el segundo día de votaciones en el cónclave que se celebraba en Roma. Y si el humo fue blanco, tenemos papa. Y así como apareció el humo blanco, unos minutos después apareció el nuevo vicario de Cristo, también revestido de blanco. Era el cardenal argentino Jorge Mario Bergoglio que a partir de ese momento se llamaría Francisco", relató.
Además reconoció la elección del nombre de Francisco, por el santo San Francisco de Asís, patrono de los animales y la naturaleza.
"El papa nos invitó al cuidado de la casa común. En un mundo donde el ser humano no se preocupa por la creación ni cuida este mundo maravilloso que Dios nos dio. El Papa Francisco no solo nos enseñó lo que es el amor de Dios que se vive en el amor al prójimo, sino que con su testimonio él amó a todos los seres humanos preocupándose sobre todo por aquellos que son despreciados o marginados en la sociedad. Estuvo siempre las guerras injustas que se dan en este mundo y proclamando un mensaje de paz y de amor que llegó a toda la humanidad", expresó.
Antes del fin de la misa los obispos y sacerdotes presentes se acercaron a la imagen del papa Francisco, donde rezaron y bendijeron.
