Un Papa africano podría surgir en el próximo Cónclave... si ésa es la voluntad divina.
Y es que más allá de un procedimiento administrativo, para la Iglesia católica el cónclave es un suceso teológico: los Cardenales son guiados por el Espíritu Santo para elegir al nuevo Pontífice.
De África, donde el catolicismo crece rápidamente, dos nombres suenan en las terrenales listas de los "papables": Peter Turkson y Robert Sarah, dos de los 17 Cardenales de diócesis africanas que participarán en la elección papal.
Conócelos.
DE TONO MODERADO
El Cardenal Turkson nació en la ciudad minera de Nsjuta-Wassa, en el sur de Ghana, en la costa del Golfo de Guinea al oeste del continente, hace 76 años.
Proviene de una familia modesta. Es el cuarto de 10 hijos de un carpintero católico y una vendedora de verduras metodista, convertida al catolicismo tras casarse.
Fue el primer religioso de África occidental en ser creado Cardenal (se le llama "creación" al nombramiento cardenalicio), decisión que tomó en el 2003 el Papa Juan Pablo II.
En la actualidad es Canciller de dos academias pontificias, las de Ciencias y Ciencias Sociales.
Incluso antes de la renuncia sorpresiva del Papa Benedicto XVI en el 2013, el Cardenal Turkson ya era considerado como el candidato favorito de África para ocupar el trono de San Pedro.
"No quisiera ser el primer Papa negro", dijo en una entrevista en el 2010. "Viviría momentos difíciles".
El Cardenal Turkson fue ordenado sacerdote en 1975. Se fue de su país para estudiar en Roma y Nueva York.
En 1992, Juan Pablo II lo nombró Arzobispo de Cape Coast, Ghana, diócesis con unos 300 mil fieles, y en el 2003, fue creado Cardenal.
Sobre la visión que tienen los africanos del catolicismo, consideró que la Iglesia evangélica se defiende mejor en la conversión de nuevos fieles que la católica, que se volvió muy cerebral, cuando los evangélicos llaman "al corazón con música atractiva y oraciones alegres".
Recientemente mostró un tono moderado en la cuestión de los derechos LGTB, criticando a políticos ghaneses que afirmaban que las relaciones entre personas del mismo sexo no son nativas de África.
En 2023 defendió en la cadena británica BBC que las personas LGTB no deben ser criminalizadas porque no han cometido ningún crimen.
Esa postura resultaría más aceptable para los sectores moderados que la retórica del también africano Cardenal Sarah, un sacerdote tradicionalista ensalzado por los conservadores y que ha comparado el aborto, el fanatismo islámico y la homosexualidad con la ideología nazi.
DEFENSOR DE LA TRADICIÓN
El Cardenal Sarah nació en 1945 en Ourous, Guinea (también en la costa occidental africana), aunque desde hace décadas es miembro de la Curia de Roma.
De familia animista, una creencia que atribuye un alma o espíritu a todos los seres, es un converso al catolicismo. Inició su formación religiosa en seminarios de su país antes de continuar sus estudios en Roma y Jerusalén.
Fue ordenado sacerdote en 1969 y, apenas una década después se convirtió en Arzobispo de Conakri, destacando por su liderazgo en un contexto político muy complicado. Fue proclamado Cardenal por Benedicto XVI en el 2010.
A lo largo de su carrera, el Cardenal Sarah ha defendido con firmeza la tradición católica, tanto en su liturgia como en sus valores.
Fue, además, uno de los exponentes de la corriente crítica contra el Papa Francisco durante su Pontificado. Sus casi 80 años de edad hacen difícil su elección, pero podría encabezar el área para votar por un conservador en el próximo Cónclave.
Aunque Sarah ha criticado a los medios de comunicación que lo enfrentaban a Francisco, asegurando que él era fiel, fue uno de los Cardenales que firmó en 2016 la carta pública pidiéndole aclarar las presuntas herejías contenidas en la exhortación apostólica sobre la familia, Amoris Laetitia, vinculadas a la postura sobre el divorcio.
Durante los Pontificados de Benedicto XVI y Francisco, fue nombrado Prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, uno de los cargos más relevantes del Vaticano, desde donde impulsó posturas conservadoras en temas morales y sociales.
Una eventual elección que llevara al trono de San Pedro a un africano reflejaría la evolución demográfica de la Iglesia católica en ese continente. Mientras que la cifra de católicos retrocede en Europa y otras regiones del mundo, en África se experimenta un rápido crecimiento.
Otro dato: el 20 por ciento de los mil 400 millones de católicos en el mundo son africanos.
Por cierto, de acuerdo con el antiguo Libro Pontifical, el primer Papa nativo de África habría sido Víctor I, quien ejerció a finales del siglo 2.