VAMOS A HACER UN EJERCICIO: Viajemos unos sexenios atrás, a los tiempos de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto. Dos gobiernos que, por distintas razones, dejaron hartazgo y desconfianza.
AHORA, PENSEMOS QUÉ HABRÍA pasado si ellos hubieran hecho lo que hoy hace el actual gobierno.
¿CÓMO HABRÍAN REACCIONADO quienes entonces eran oposición y hoy están en el poder?
¿SE IMAGINAN QUE CALDERÓN O Peña hubieran propuesto eliminar el INAI y otros organismos autónomos?
ESOS CONTRAPESOS INCÓMODOS que garantizan transparencia y rendición de cuentas.
¿QUÉ HABRÍA DICHO LÓPEZ Obrador si entonces se centralizaba el poder y la ley de transparencia se modificaba para que las quejas por opacidad se atendieran… por el propio gobierno?
¿SE IMAGINAN QUE SE APROBARA una ley que restringiera la libertad de expresión?
UNA NORMA HECHA PARA censurar, donde una agencia disfrazada de neutral decidiera qué se puede publicar y qué no.
¿SE IMAGINAN A FERNÁNDEZ Noroña guardando silencio? ¿O haciendo plantones en la tribuna?
¿SE IMAGINAN QUE prometieran un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, y el resultado fuera el colapso hospitalario y la escasez crónica de medicamentos?
¿SE IMAGINAN QUE AL oficialismo le faltara un Senador para tener mayoría, y desde el gobierno se presionara a uno de la oposición hasta que, por arte de magia, no solo votara con ellos, sino acabara afiliado al partido en el poder?
¿CÓMO HABRÍA REACCIONADO esa oposición que entonces se rasgaba las vestiduras por la corrupción y el abuso de poder?
LA LISTA PODRÍA SEGUIR. Y EN cada punto, el común denominador es claro: quienes prometieron ser distintos, hoy repiten los mismos vicios.
LA DIFERENCIA ES QUE AHORA NO protestan, porque el espejo les devuelve su verdadero rostro.
EN LA OPOSICIÓN ERAN UNA COSA; en el poder, se parecen demasiado a lo que tanto criticaron.