La electricidad se restableció el martes en España y Portugal tras largas horas de un apagón eléctrico masivo de origen desconocido, que provocó una jornada caótica en la península ibérica.
En las calles de Madrid, el regreso del fluido eléctrico estuvo acompañado a menudo por aplausos y gritos de alegría de los vecinos, después de un largo día sin electricidad, y en muchos casos sin internet ni teléfonos móviles.
Hacia las 04:00 de la mañana del martes, 87.37% del suministro eléctrico se había restablecido en España continental, anunció el operador de la red REE. De hecho, a pesar del restablecimiento, el operador del servicio eléctrico advirtió que los trenes de Cercanías de Madrid circularán al 50% este martes y Rodalies al 60% en Cataluña. Por ello, el presidente de gobierno español, Pedro Sánchez, llamó a quienes no sean trabajadores prioritarios a quedarse en casa.
En Portugal, según el operador local REN, unos 6.2 millones de usuarios volvieron a tener corriente, de un total de 6.5 millones de abonados.
La reconexión eléctrica fue recibida con aplausos por los vecinos en ciudades como Madrid o Lisboa, según constataron periodistas de la AFP.
Media hora después del mediodía del lunes, gran parte de la península ibérica se quedó sin energía. De repente, los celulares perdieron señal, los aparatos electrónicos se desconectaron y ascensores y trenes se pararon.
La gente está "atónita, porque esto nunca había pasado en España", comentó en Madrid Carlos Condori, un obrero de 19 años.
La magnitud del apagón no tiene precedentes en España, según indicó Pedro Sánchez, en una comparecencia entrada la noche desde el Palacio de La Moncloa, sede del gobierno, donde reiteró que no se puede descartar "ninguna hipótesis" sobre su origen.
"A las 12 y 33 de esta mañana, 15 gigavatios de generación se han perdido súbitamente del sistema. (...) en apenas cinco segundos. Esto es algo que no había ocurrido jamás", refirió el dirigente socialista.
"15 gigavatios equivalen aproximadamente al 60 % de la demanda del país en ese momento", detalló. "¿Qué ha provocado esta desaparición súbita del suministro? Es algo que los especialistas aún no han podido determinar, pero lo harán", prometió Sánchez.
Igualmente, aconsejó a los trabajadores no esenciales que no acudan a trabajar el martes.
Con los semáforos en negro, la policía se esforzó por dirigir un tráfico caótico que congestionó las principales vías urbanas. Las autoridades instaron a la población a no utilizar sus vehículos pero, sin electricidad, mucha gente no se enteró de los avisos.
"Han cerrado y no han dicho nada", lamentaba ante una estación de ferrocarriles de Barcelona Lucía Romo, una empleada de limpieza de 48 años, que llevaba tres horas esperando alternativas para poder regresar a su casa, en el área metropolitana.
El administrador español de las infraestructuras ferroviarias (Adif) anunció en X que estaban "suspendidos los servicios ferroviarios de todas las compañías hasta nueva comunicación" y pidió a la población no acudir a las estaciones.
En la noche del lunes, cerca de diez horas después del inicio del apagón, aún quedaban 11 trenes bloqueados con pasajeros a bordo, según el ministro español de Transportes.
Más temprano, Sánchez había dicho que el apagón desencadenó una "interrupción generalizada del suministro en toda la península ibérica y en algunas zonas del sur de Francia" que afectó a millones de personas y "pérdidas económicas en negocios, en empresas, en industrias".
"Quiero apelar a la ciudadanía para colaborar con todas las autoridades, para actuar con responsabilidad y civismo, como siempre hemos hecho durante crisis pasadas", recalcó Sánchez.
Asimismo, el mandatario pidió a la población que limitara el uso de sus celulares, para evitar congestionar la red, y señaló que "las telecomunicaciones están en un momento crítico".
Desde Bruselas, el presidente del Consejo Europeo, Antonio Costa, afirmó en X que, por ahora, "no hay indicios" de que el apagón se deba a un ciberataque.