La hipocresía, nos maltrata y es más peligrosa que la violencia que vivimos, el daño que causa en la obscuridad de los sentimientos que solo conviven a la persona, maltrata a los demás. Es una forma de impunidad que daña en el silencio, con una cara que esconde la mala entraña.
El mundo católico está de luto. El Papá Francisco ha dejado este plano que conocemos como vida. Ejemplar su paso por el Vaticano y, también su vida jesuita, igual que Juan XXIII y, Juan Pablo II, quienes en forma particular me ha llenado sus liderazgos abiertos al mundo, ejerciendo su pontificado en forma influyente a favor de la apertura, la inclusión y el respeto al ser humano.
Domingo de Resurrección, recién pasado y sucede la transición del Papá Francisco a su trascendencia. Y es que, el paso de esta vida, a otro plano, de El, a la vida prometida es especialmente espiritual en esa fecha. Así será recordado.
Desde luego cuando alguna persona se ausenta del plano físico, es decir, muere, los comentarios de benevolencia no se hacen esperar, lo buena persona que era y el humanismo con que trataba a los demás.
Es que precisamente al término de la Semana Santa, con el domingo de Resurrección, los seres humanos tratan de ser amables, espirituales, buscando con los buenos deseos a los demás, vamos, ser dignos de ganar la vida eterna.
Igual que pasa en Navidad y Año Nuevo, nos deshacemos en decir cosas buenas y agradar a los demás pero, pasado el momento, volvemos a nuestras rutinas: pelar cotidianamente por todo lo que nos es conveniente y más cómodo, desde luego por el dinero y, si lo hay, habrá Ia que querer más.
No nos dura la disciplina de ser buenas personas, termina en cuanto pasa lo emotivo y desde luego la presencia continua del miedo a morir, de que nos pase algo malo y entonces, nos hacemos instantáneamente buenos.
Papa Francisco dio ejemplo de una vida llena de acciones para sus feligreses, la vida le respondió con el cariño y amor del mundo, no solo de los católicos pero, también de otras religiones en todo el Mundo.
La congruencia en lo que se piensa, se dice y, se hace, sigue siendo la piedra angular de nuestra civilización. Los pensamientos ocultos, especialmente los malvados, dañan mucho más que las balas que cada día se disparan en toda la República Mexicana.
¿Que haremos de nuestra relación con los demás y de quienes formamos parte de ellos? La respuesta es individual.
Descanse en Paz un extraordinario ser humano y líder mundial: Papa Francisco.
@jaimechalita