Ericka Segura | Plano Informativo | 27/04/2025 | 16:06
San Luis Potosí, SLP.- En una tarde cargada de fe, esperanza y gratitud, la Diócesis de San Luis Potosí despidió al Papa Francisco con una misa de exequias celebrada en la Catedral Metropolitana, encabezada por el arzobispo Jorge Alberto Cavazos Arizpe. La ceremonia tuvo lugar el sábado, horas después de que en Roma se realizara el funeral y entierro del pontífice en la basílica de Santa María la Mayor, ante la presencia del cardenal camarlengo Kevin Joseph Farrel y familiares del papa.
Antes de iniciar la misa, una imagen del papa Francisco fue colocada al frente, junto a la representación del Señor de la Divina Misericordia. El arzobispo se detuvo unos momentos en oración ante el retrato, en un gesto íntimo y conmovedor que marcó el tono de toda la celebración religiosa.
Durante su homilía, Cavazos Arizpe recordó que cada papa, a lo largo de la historia, ha sido reflejo de las circunstancias de su tiempo, y destacó que Francisco, el primer pontífice latinoamericano, supo encarnar la alegría, la cercanía y la compasión en un mundo marcado por la hostilidad, el egoísmo y la indiferencia: "Cada uno de los rasgos de Cristo se manifiesta en cada uno de los papas", afirmó el arzobispo, agradeciendo a Dios por el ministerio del papa Francisco y recordando con emoción su encuentro personal con él durante su visita a México en 2016.
El rector de la Catedral Metropolitana, Francisco Javier Espinosa Ayala, ofreció una semblanza de la vida de Jorge Mario Bergoglio, resaltando su elección del nombre "Francisco" como un compromiso con los más pobres y vulnerables. Señaló también su sencillez pastoral, su lucha incansable por la paz y las reformas que impulsó al interior de la Iglesia, incluyendo el fortalecimiento de las medidas contra delitos cometidos por miembros del clero.
En dos ocasiones, el arzobispo pidió a los fieles presentes que aplaudieran la vida y legado de Francisco, e invitó tanto a creyentes como a no creyentes a conservar su memoria viva a través de los numerosos documentos eclesiásticos que dejó; textos dedicados a los jóvenes, al cuidado de la creación, a la paz y al fortalecimiento de las familias.
Con un llamado a mantener la calma y la fe en el proceso de elección del nuevo Sumo Pontífice, que será decidido en el próximo Cónclave, Cavazos exhortó a no perder la esperanza ni los sueños, recordando una de las enseñanzas constantes de Francisco, vivir cada día con pasión, fe y certeza en la presencia viva de Cristo.
Así, entre plegarias, aplausos y un profundo sentimiento de gratitud, la comunidad potosina dio el último adiós al papa Francisco, dejando en el aire el eco de un ministerio que, como él mismo soñó, puso en el centro a los pobres, la misericordia y la esperanza.