El corresponsal de Heraldo Media Group en el Vaticano, Pablo Esparza, habló en entrevista con Manuel Zamacona en Zona de Noticias para Heraldo Radio, sobre sus últimos encuentros con el Sumo Pontífice como uno de sus fotógrafos. Al respecto, destacó que ha sido una semana muy intensa desde que recibieron la noticia de la partida del Papa con muchos visitantes, peregrinos, periodistas, y figuras públicas que acuden para despedirse.
Describió que en su experiencia como uno de los fotógrafos del Papa, tuvo varias audiencias con él en donde pudo dar cuenta de que a Jorge Mario Bergoglio le agradaban los mexicanos porque eran escandalosos.
Al Papa le encantaba cuando se le hablaba en español, igual cuando eran las audiencias y los mexicanos que asistían, pues somos escandalosos, cantantes de la Guadalupana, el himno mexicano en el mundo, y al Papa siempre le alegraba eso”, aseguró el corresponsal.
También, Pablo Esparza contó que le regaló un libro al Papa Francisco con todas las fotografías que le hizo durante los seis años que lleva viviendo en Roma, “afortunadamente tuve la oportunidad de dárselo, me firmó un ejemplar para mí dándome su bendición, me dio un rosario, y nada, la verdad que me quedé muy tranquilo”.
“Todo este diálogo que yo he tenido con el Papa ha sido a través de mis fotos, de verlo, de contemplarlo, de verlo cansado, de verlo enojado, de verlo alegre, realmente ha sido todo un diálogo el que yo he tenido”, expresó.
Una celebración muy emotiva, el último suspiro del Papa Francisco
En entrevista para Heraldo Radio, Pablo Esparza afirmó que la última misa del Papa Francisco fue muy emotiva, no solo por todos los asistentes que ahí estaban reunidos como el presidente de Estados Unidos Donald Trump, el presidente de la República Francesa Emmanuel Macron y los reyes de España, si no por un suceso muy curioso que relató de la siguiente manera:
Fue muy emotiva la celebración porque ya al final, para dar la última oración de la Iglesia al Papa, en el momento cuando el Cardenal Rey se acerca para rociar con el agua bendita el féretro y con el incienso, en un momento cuando colocan el Evangelio sobre el ataúd llegó un viento no muy fuerte, pero hizo mover las páginas del Evangelio, y de hecho también ahí como que cambió la luz, como que llegó una nube; hasta un fotógrafo me decía, mira, parece como si fuera un aliento, hablando un poco metafórica y poéticamente, fue tal vez como el aliento, el último, el suspiro del Papa despidiéndose”, mencionó el fotógrafo.
Finalmente, el corresponsal de Heraldo Media Group en el Vaticano apuntó que “ha sido una jornada histórica y bellísima, porque toda la ciudad de Roma se paralizó, se veían los helicópteros, los drones, los carabineros, la policía, voluntarios, ambulancias, una ciudad detenida, y todo el mundo mirando 200 mil personas reunidas en el Vaticano, creo que solo el Vaticano puede generar este efecto, porque el Papa Francisco era una voz que tenía más que nada una autoridad moral, creo que es la gran pérdida del sentimiento que habita en esos momentos”.