El 13 de marzo de 2013 Jorge Mario Bergoglio fue electo como papa, su nombre desató curiosidad y asombro pues era el primer pontífice latinoamericano y el primer pontífice jesuita que la Iglesia tendría. Desde el primer momento el papa Francisco marcó un cambió en la Iglesia, el papa que fue buscado por los cardenales “hasta el fin del mundo” se mostraba con rasgos que ningún otro pontífice había tenido. Antes de bendecir a la multitud que estaba en la plaza de san Pedro, el papa Francisco pidió que oraran por él, un silencio sobrecogedor inundó la plaza ante la petición del papa mientras éste se inclinaba como un hijo que espera que sus padres lo bendigan antes de un trabajo especial. Desde ese primer momento nos fue quedando claro a todos que el pontificado de Francisco sería un pontificado lleno de cercanía pastoral.
De Benedicto XVI se solía decir que era un papa para ser escuchado, pues como teólogo experto sus discursos, escritos y homilías representan auténticas joyas para la vida de la Iglesia. De Francisco algunos afirman que sus acciones y gestos eran más expresivas que sus propias palabras. A lo largo de estos años que ha estado al frente de la Iglesia lo hemos visto como un papa que constantemente rompía el protocolo haciendo a un lado los discursos escritos para hablar desde la espontaneidad.
¿Qué es lo que nos deja Francisco? Pretender decir con exactitud cuál es su herencia resulta demasiado arriesgado pero estoy seguro que hay ciertas líneas que han marcado su pontificado. Sin duda alguna la misericordia ha estado al centro de su acción pastoral. Al papa lo hemos visto abrir el jubileo extraordinario de la misericordia, en repetidas ocasiones el papa nos repitió: “Dios no se cansa de perdonar, somos nosotros los que nos cansamos de pedir perdón” Y en este Jubileo del 2025 la segunda puerta santa que se ha abierto es la de una prisión italiana, gesto con el que el papa ha querido dejar en claro la necesidad que todos tenemos de sabernos perdonados por Dios. Para Francisco el nombre de Dios es misericordia. Desde la óptica de Francisco Dios es un Dios que siempre espera a cada uno de nosotros y que a pesar de nuestros muchos errores siempre está dispuesto a perdonarnos.
Francisco también ha sido el papa de profundas reformas como la emprendida con relación a la curia vaticana, buscando la simplificación y alejándola así de la burocracia que la aqueja. Para Francisco la iglesia se entiende desde los pobres, desde que inició su pontificado ha repetido su deseo de: “una iglesia pobre y para los pobres”. Este ideal de una iglesia más sencilla le ha llevado a reunirse con personas en situación de calle y a recordarnos constantemente que el individualismo así como “la globalización de la indiferencia”, son males de los que ninguno de nosotros estamos exentos.
Querido papa Francisco muchas gracias por tu ejemplo de vida, gracias por tu pasión por Jesús, por enseñarnos que sólo con Jesús nace y renace la alegría.
Descanse en paz querido Papa Francisco.