Cada vez que se descubre a un niño o adolescente portando o haciendo uso de un arma de fuego se constata el fracaso de las autoridades y la sociedad en proteger a los infantes, pues ese tipo de artefactos no deberían estar a su alcance, advirtieron especialistas.
Tania Ramírez, directora de la Red por los Derechos de la Infancia en México (Redim), indicó que, de acuerdo con datos oficiales, en 2023 casi 200 adolescentes fueron internados acusados de delitos relacionados con la Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos.
"En este mismo año, en el que se levantó la encuesta, en 2023, 177 chicas, chicos y adolescentes fueron internados en centros de tratamiento de internamiento para adolescentes en México por portación, posesión y acopio ilícito de armas de fuego", señaló.
Ramírez participó en la Cámara de Diputados en el foro "El impacto de las armas en niñas, niños y adolescentes", en donde hizo un llamado para evitar los infantes se vean involucrados en estos ilícitos.
"Déjenme cerrar con esta idea: la posibilidad de que algún niño, alguna niña, algún adolescente emplee un arma de fuego no sólo es un fracaso de la sociedad, sino es la expresión de una ausencia de políticas públicas que de manera integral garanticen sus derechos", dijo.
Juan Pablo Rodríguez, especialista en protección a la infancia del Fondo de las Naciones Unidas para las Infancias (UNICEF), consideró que como sociedad se debe hacer una reflexión sobre el cuidado que se hace de los menores y los contextos en lo que estos se desarrollan.
"Desafortunadamente estamos describiendo lo que pasa sin centrarnos en qué es lo que podemos hacer para prevenirlo, y eso creo que son las discusiones más importantes, qué vamos a hacer para prevenir que estas cosas pasen, porque al final aquí nos sentamos a hablar de cómo los matan, los desaparecen, quedan huérfanos, los desplazan, etcétera.
"Entonces, todo está centrado alrededor de la consecuencia, pero no está centrado alrededor de la causa, ¿cómo evitamos que los maten?, ¿cómo evitamos que los recluten?, ¿cómo evitamos que los desplacen?, ¿cómo evitamos que queden huérfanos?, y eso es lo que no se está haciendo, y eso es lo que yo creo que este tipo de espacios debería facilitar alrededor del diálogo", planteó.
La diputada del Partido del Trabajo, María Rosete, líder de la unión de comerciantes del Centro Histórico, urgió a detener el tráfico de armas para evitar que los niños y los adolescentes accedan a ellas.
"La violencia y la inseguridad que vivimos no llegaron solas. Son el resultado de décadas de abandono, de políticas neoliberales que profundizaron las desigualdades, que rompieron el tejido social y que pusieron al mercado por encima de la vida.
"Por eso, hoy alzamos la voz para decir nuestras niñas, niños y adolescentes merecen crecer en destinos seguros, libres de armas, rodeados de cultura, educación y deporte. Necesitamos sacar las armas de sus caminos y sembrar oportunidades. Tenemos que detener el tráfico ilegal de armas que inundan nuestras comunidades y envenenan el presente y el futuro de nuestras juventudes", dijo.