Jueves 24 de Abril de 2025 | Aguascalientes.
mundo

Guardia Suiza; los protectores del Vaticano desde hace más de 500 años

El Sol de México | 22/04/2025 | 10:23

Cuando se piensa en el Vaticano, se piensa en esos hombres uniformados que parecen sacados de una pintura renacentista. Pero detrás de esa imagen llamativa está una de las fuerzas militares más antiguas y simbólicas del mundo: la Guardia Suiza Pontificia.
 
La Guardia Suiza fue fundada el 22 de enero de 1506 por el Papa Julio II, quien solicitó soldados al entonces confederado Estado Suizo por su reputación de ser leales, valientes y disciplinados. Ese día, 150 soldados suizos llegaron a Roma para servir como protectores del Papa y del Vaticano, marcando el nacimiento oficial de este cuerpo militar.
 
Desde entonces, han permanecido ininterrumpidamente al servicio del Sumo Pontífice, resistiendo guerras, invasiones y cambios políticos. Uno de los momentos más recordados en su historia fue el Saqueo de Roma en 1527, cuando 147 guardias suizos murieron defendiendo al Papa Clemente VII de las tropas del emperador Carlos V. Solo 42 sobrevivieron, y gracias a su sacrificio, el Papa logró refugiarse en el Castillo de Sant’Angelo.
 
¿Qué hacen hoy?
 
A pesar de su apariencia ceremonial, la Guardia Suiza tiene una función militar real: proteger la vida del Papa, resguardar los accesos al Vaticano y ofrecer seguridad en actos importantes como audiencias papales, visitas oficiales o canonizaciones.
 
Además, colaboran con otras fuerzas de seguridad del Vaticano y son una pieza clave en el protocolo del Estado más pequeño del mundo.
 
Convertirse en guardia suizo no es tarea fácil. Los requisitos son estrictos: deben ser varones suizos, católicos practicantes, solteros, con formación militar en el ejército suizo, tener entre 19 y 30 años, y medir al menos 1.74 metros. Además, deben comprometerse a servir un mínimo de dos años.
 
El uniforme que portan —de rayas azules, rojas y amarillas— fue diseñado en el siglo XIX y, aunque se asocia erróneamente con Miguel Ángel, en realidad fue inspirado por la moda renacentista de la época. Cada traje es hecho a mano y adaptado a las medidas del guardia.
 
Para el Vaticano, la Guardia Suiza no es solo un grupo de seguridad. Representa la continuidad histórica del papado, el vínculo entre fe y servicio, y una de las tradiciones más visuales del pequeño pero poderoso Estado. Su sola presencia en eventos como las audiencias papales o las canonizaciones añade solemnidad y una conexión directa con la historia viva de la Iglesia.