El ministro de Asuntos Exteriores de los rebeldes hutíes, Jamal Amer, instó este lunes a la comunidad internacional a presionar a Estados Unidos para que detenga su intensa campaña de bombardeos contra Yemen iniciada el pasado 15 de marzo, informó la agencia de noticias Saba, controlada por los insurgentes.
De acuerdo con el medio, el ministro hizo esta petición mediante cartas enviadas al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, al presidente de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad, al secretario general de la organización y a representantes de "todos los países y organizaciones internacionales".
En la misiva, les instó a "ejercer presión" para poner fin a la campaña de bombardeos estadounidense y a formar un comité internacional independiente encargado de investigar "todos los crímenes cometidos por Estados Unidos contra el pueblo yemení y sus recursos".
Amer afirmó que Estados Unidos ha llevado a cabo hasta la fecha cerca de mil ataques aéreos "contra cientos de personas inocentes, incluyendo mujeres y niños, así como contra decenas de lugares civiles como puertos, aeropuertos, granjas, centros de salud, tanques de agua y sitios arqueológicos".
Añadió que los ataques contra el puerto de Ras Issa, una instalación vital en el mar Rojo que fue fuertemente bombardeada el jueves, han causado la muerte de 80 civiles y heridas a otros 150.
"El silencio de la comunidad internacional ante la agresión estadounidense contra Yemen ha alentado a Estados Unidos a seguir destruyendo las capacidades del pueblo yemení y derramando su sangre", declaró el ministro en su carta, citada por Saba.
Afirmó que "la agresión contra Yemen no tiene como objetivo proteger la navegación en el mar Rojo, sino proteger a la entidad sionista usurpadora (Israel), intentando romper el bloqueo yemení que se le impone y permitiéndole continuar con sus objetivos de exterminar al pueblo palestino".
Por orden del presidente Donald Trump, Estados Unidos inició el 15 de marzo una campaña de bombardeos sin precedentes contra el Yemen con el objetivo declarado de destruir las capacidades militares de los hutíes, pero los insurgentes denuncian que estos ataques han golpeado sitios civiles y han causado la muerte de alrededor de 200 personas.