Desde su tipo de calzado predilecto, las canciones de Los Beatles que más ama y qué color de cabello le gusta más, hasta reflexiones introspectivas sobre su belleza y rebeldía en la industria musical, Billie Eilish habló de todo en la edición británica de Vogue.
Sin embargo, lo hizo de una forma atípica: respondiendo preguntas de amigos y colegas famosos, como Nicki Minaj, Jane Fonda, Stella McCartney, Colman Domingo, Ariana Grande Charli xcx, Mel C, Nicola Coughlan, SZA y Alex Wolff, entre muchos otros.
Uno de los momentos más emotivos de este experimento fue cuando Minaj le cuestionó si alguna vez ha sentido que su trabajo se podría ver eclipsado por su belleza o sus atributos físicos.
"Nicki, esta pregunta me hizo llorar un poco. Nunca me he sentido realmente hermosa ni me he visto así, así que nunca me ha costado que eclipsara nada, ya que ni siquiera yo misma lo veía", reconoció la joven cantautora, de 23 años. "He tenido que convencerme de que soy guapa. Ser mujer es difícil".
Eilish apareció de sorpresa este fin de semana en el festival musical Coachella para cantar al lado de su amiga Charli xcx, quien en la peculiar "entrevista" de Vogue le preguntó sobre si en algún momento le gustaría ver una película sobre su vida.
"¡Dios mío! Me encantaría dirigirla yo misma, o quizás con Aidan Zamiri (colaborador visual frecuente de Eilish), y probablemente contrataría a algún niño pequeño que se pareciera a mí", señaló la cantante.
Chappell Roan le preguntó sobre por qué ya no usa uñas largas, como al inicio de su carrera, a lo que Billie respondió que es porque le impiden tocar instrumentos, mientras que el actor Idris Elba quiso saber si siempre estuvo cómoda con su nombre de pila.
"De niña, odiaba mi nombre. Pensaba que Billie era un nombre de niño. Recuerdo estar furiosa y lo único que quería era un nombre de niña, como Violeta o Lavanda, un nombre bonito como de flor. Y es muy gracioso porque ahora no hay otro nombre en el universo que me guste y me defina más que Billie. ¡Me encanta mi nombre!", aseguró.
La diseñadora Stella McCartney le preguntó sobre su veganismo; la cineasta Greta Gerwig sobre qué animal le gustaría ser (¡un perrito!); la cantante Sabrina Carpenter sobre qué suele comprar en una gasolinera (chicles), y Ariana Grande sobre qué la hace feliz.
"Ari, sabes muy bien cuál es mi respuesta a esta pregunta: dopamina. Me encanta hacer cosas. No puedo estancarme. Eso es lo que realmente me hace feliz, las cosas que me activan, me estimulan y me llenan de vida. Cualquier cosa que involucre dopamina.
"También me encanta estar con la gente que quiero, gente que me hace reír y me hace sentir completa: almas gemelas. Eso es lo que me mantiene cuerda. Reír es mi cura. Además, siento que estar con mi hermano Finneas es como mi cura, y con mi mamá y mi papá. Siento que siempre son ellos los que me ayudan. De verdad, Finneas lo hace todo mejor".
De hecho, cuando su hermano Finneas le lanzó una pregunta sobre su identidad, Eilish, feliz, le respondió que desde hace un tiempo ha empezado a apreciarse y amarse tal cual es. La actriz Michaela Coel la cuestionó sobre el mismo tema.
"Cuando oía a la gente comentar que solo tenía 16 años y que no encajaba en el estereotipo, que era una rebelde o algo así, recuerdo que me sentía muy confundida porque yo no lo veía así. Simplemente hacía lo que creía que era genial. No intentaba romper moldes ni reglas a propósito ni cambiar la música. Simplemente me mantuve fiel a lo que me gustaba y a lo que quería", recordó Billie.
"Pero, a medida que me hago mayor, he pasado por muchos periodos de duda, miedo y mucha presión, y luego, cuando más gente me conocía, más gente tenía algo que decir. A veces me costaba recordar confiar o creer en mí misma. Sigue siendo un proceso".
Además de aceptarle a Greta Gerwig que le gustaría tener varios hijos y nietos cuando sea más grande, la intérprete de rolas como "Birds of a Feather" y "What Was I Made For?" le dijo a Jane Fonda lo que más ama de la generación actual a la que pertenece.
"Me siento orgullosa de mi generación cuando pienso en la aceptación y la naturaleza acogedora de que está bien ser quien eres. He hablado con mis padres sobre sus padres, y cómo nunca hablaban de nada traumático o intenso", reflexionó la californiana.
"Y creo que es muy importante hablar, ser abierto y comunicarnos, y no avergonzarse de lo que sentimos. Aprecio eso de mi generación. Los de la Generación Z somos personas muy sensibles y emotivas".