Miércoles 16 de Abril de 2025 | Aguascalientes.
columnas

La realidad frenando caprichos

José Luis Solís Barragán | 14/04/2025 | 10:11

CUANDO EL ESTADO DE DERECHO fue concebido, partió del principio de la necesidad de limitar al poder, ello al considerar que cuando este se concentra sin control, tiende a desbordarse atentando contra todo, incluso contra uno de los elementos centrales de todo Estado: la ciudadanía.

LORD ACTON ACUÑÓ LA FRASE: “EL poder corrompe y el poder absoluto, corrompe absolutamente”, es decir cuando hay una concentración excesiva o no hay límites que sirvan de freno, el poder terminará por desbordarse ante los deseos personales del gobernante.

POR ESTA RAZÓN AL HABLAR DE Estado de Derecho, es fundamental plantear un sistema de pesos y contrapesos, un esquema que permita la contención del poder, pero no en un plano de supra subordinación, sino en una visión de coordinación, por ello este sistema requiere el diseño de órganos que cumplan con dicha función.

CUANDO MONTESQUIEU planteaba el diseño de pesos y contrapesos, hablaba de la necesidad de partir de la premisa: “primus inter pares”, es decir primero entre iguales, las funciones del poder se debían dividir entre sus órganos y de esta forma servirían de contención el que fueran entre pares y no con correas de transmisión que abrieran brechas para la concentración del poder.

LA DIVISIÓN DE LAS FUNCIONES del poder es la principal garantía para el desarrollo del ciudadano, dado que frena y contiene la subjetividad con la que los gobernantes pueden querer dirigir los designios de una nación; la división no pulveriza al poder, sino que por el contrario, lo potencializa al legitimarlo y al crear funciones de contención ante cada nueva atribución de los órganos.

NO PUEDE EXISTIR DEMOCRACIA si no se plantea una división de poderes; y no puede existir división de poderes si no hablamos primero de Estado de Derecho, estos conceptos son un círculo virtuoso que adiciona ideas consolidadas como rendición de cuentas y ciudadanía.

DESGRACIADAMENTE HEMOS visto que el concepto de la democracia liberal se encuentra en crisis y con ello también la idea de la división de poder y el control del mismo,

LA CIUDADANÍA CONSIDERA ESTAS como ideas inconexas y que no le traen beneficios de forma directa y por ende, asume que son sacrificables.

SON VARIAS LAS DEMOCRACIAS que desde las urnas han impulsado un desmantelamiento institucional y la desactivación del sistema de pesos y contrapesos.

SON VARIOS LOS ESTADOS QUE han puesto en jaque a la democracia con las herramientas de la propia democracia; y son muchas las naciones que han destruido instituciones en aras de avanzar de la mano de discursos demagógicos pronunciados por personas que se asumen como caudillos.

ES EN ESE CONTEXTO QUE algunos liderazgos asaltaron el poder en los últimos años, y uno de los máximos exponentes de lo anterior es el gobernante de Estados Unidos de América, Donald Trump, un candidato que se asume como antisistema, que es un verdadero enemigo de la democracia.

QUE SUS DISCURSOS DIVISIONISTAS solo han polarizado y han radicalizado decisiones de Estado; y que su principal consejero son sus caprichos personales.

HACE UNOS DÍAS DONALD TRUMP decidió imponer aranceles a diversas naciones, sus amenazas las materializó y ante el control con el que cuenta en el Congreso, no encontró ningún contrapeso efectivo.

SIN EMBARGO, LA REALIDAD FRENÓ sus caprichos, las reacciones económicas y el malestar de sus propios votantes fueron suficientes para que el “hombre más poderoso” tuviera que dar un paso atrás.

ESO NOS DEBE DEJAR COMO reflexión que aún cuando los gobernantes asuman que tienen todo el control y que las instituciones ya se encuentren debilitadas para servir como freno, la realidad puede poner fin a los caprichos del poder, que los participantes del sistema económico tienen un peso fundamental contra el poder público y que el votante es fundamental para contener al poder.

DONALD TRUMP DIO UNA PAUSA de 90 días, esta pausa no fue producto de la reciprocidad diplomática de la que presume, es producto de una realidad que le mostró consecuencias que simplemente no había considerado.

Y ESTAMOS EN UN PUNTO DE inflexión en el que puede ser el inicio de un proceso de domesticación del gobernante o quizás simplemente sea un respiro en un cambio de paradigma del modelo económico.

@josesolisb