De nuevo quedó evidenciada la inseguridad que prevalece en la capital potosina. Ahora se registró durante la madrugada de sábado, cuando un local comercial ubicado sobre la avenida Ricardo B. Anaya fue blanco de un robo, del cual los delincuentes se llevaron prácticamente toda la mercancía, incluyendo ropa, calzado, aparatos electrónicos e incluso maniquíes.
El atraco fue descubierto al amanecer por el propietario del establecimiento, quien al llegar para iniciar su jornada laboral encontró el acceso forzado y los estantes vacíos.
Entre lo robado destacan una televisión, varias piezas de ropa original para caballero, zapatos de marca auténticos y hasta los maniquíes con los que se exhibían los productos en el aparador.
Visiblemente molesto y con indignación ante la impunidad, el dueño del local su frustración a través de redes sociales y ante medios locales: “Como quiera, aquí no nos agüitamos. En dos o tres días nos volvemos a levantar, y a esos rateritos se los voy a encomendar a la Santa Muerte,” dijo sin titubear, dejando en claro que no se dejará amedrentar por este tipo de delincuentes.
Preparan difusión de imágenes para alertar a la comunidad
El afectado anunció que en breve compartirá fotografías de los artículos robados, con el objetivo de alertar a la comunidad y facilitar su posible localización en redes sociales o mercados de segunda mano, donde podrían intentar revenderlos.
Asimismo, hizo un llamado a la ciudadanía para que se mantenga alerta y reporte cualquier intento de venta sospechosa de mercancía similar. “Hay que estar unidos, porque si no, estos rateros creen que pueden hacer lo que quieran y salirse con la suya”, mencionó.
Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar tras recibir el reporte del robo, levantando un acta e iniciando las primeras investigaciones. Sin embargo, hasta el momento no hay avances significativos en el caso.
Vecinos de la zona señalaron que la falta de vigilancia en las madrugadas ha facilitado este tipo de delitos. “Ya es común que se metan a negocios. Aquí hay poca patrulla y cuando llamas, llegan tarde o no llegan. Por eso muchos comerciantes están cansados”, relató un locatario cercano.
