DESDE HACE MÁS DE UN AÑO, LA autodenominada cuarta transformación aceleró sin control sus planes para replantear el paradigma de la justicia en nuestro país, se habló de una reforma constitucional que permitiría acercar una de las funciones esenciales del Estado a la sociedad, sin embargo, la finalidad real era apoderarse del último contrapeso que quedaba del régimen al que juraron desmantelar.
FUIMOS TESTIGOS DE LA HECHURA de una reforma que no tenía ni pies, ni cabeza; de una iniciativa realizada al vapor y en la que se plasmaron filias y fobias personales; de un Congreso no reflexivo que aprobó sin análisis la reforma constitucional; y de una crisis constitucional que desapareció de facto al Poder Judicial de la Federación.
UNA REFORMA QUE NO SE analizó y de la que los propios legisladores no tenían idea de lo que estaban defendiendo, es el marco de la elección de jueces, magistrados y ministros que estamos viviendo hoy en día; es una elección sin precedentes y no solo como proceso de selección de las personas juzgadoras, sino porque no se tiene referencia de cómo deberán desarrollarse las campañas electorales.
HOY VEMOS LAS REDES SOCIALES inundadas de personas que aspiran a ser los encargados de impartir la justicia en nuestro país.
DESGRACIADAMENTE NUNCA SE dimensionó que el trabajo de juzgador no es para hacer promesas de campaña, sino que se requiere experiencia, capacidad y conocimiento; cualidades que no son valoradas en las elecciones, en las que parece más un concurso de popularidad.
HOY NO ESTAMOS HABLANDO DE formas de impartir justicia, estamos hablando de candidatos con frases que dan más pena que risa (dada la importancia del tema), en la que se presumen son: Dora la Transformadora, la Ministra del Pueblo, el Juez de AMLO, el Abogado Chicharrón y tantas ocurrencias más.
MORENA QUERÍA IR POR EL Poder Judicial y sin duda alguna logrará hacerse de él a partir del primero de junio; lo penoso es que para lograrlo desmanteló un órgano que había fortalecido su autonomía, que había dado pasos importantes en la tecnificación y que había logrado construir un equilibrio para que ninguno de los otros poderes tradicionales se desbordara en contra de la propia democracia.
A CAMBIO DEL CONTROL, Morena convirtió el proceso de selección en un circo, hoy será difícil pensar con seriedad en los juzgadores, si el recuerdo que nos dejarán será producto del marketing político que han tenido que involucrar para poder aspirar a crecer en un órgano que debe ser técnico.
HOY SOMOS TESTIGOS DE LA puesta en escena del “Circo del Bienestar”, aquel en el que se nos prometió acercar la justicia a los más desfavorecidos y resulta que simplemente en campaña se percibe la desigualdad que dejó un mal diseño de la reforma: No es lo mismo ser Lenia Batres o hija de Olga Sánchez Cordero, que una persona que no tiene recursos suficientes para pagar un anuncio profesional para promocionarse.
ASÍ MISMO, VEMOS ALEJARSE LA justicia de los más necesitados, veremos un proceso de encarecimiento de la justicia y por supuesto de hacer más evidente la parcialidad de los juzgadores que deberán cumplir con sus compromisos, adquiridos con aquellas personas que les puedan ofrecer una estructura electoral que los convierta en candidatos competitivos.
HOY EL “CIRCO DEL BIENESTAR” podrá hacer reír a muchos con la decadencia que veremos en la mayoría de los casos que aspiran a ser juzgadores, pero no debieran hacernos reír las posibles consecuencias que tendremos próximamente, ya que quien logre ganar y aspire a crecer, deberá ser un político en potencia, jueces que anden paseando en actos proselitistas, acordando con empresarios, partidos políticos y demás grupos con intereses claros; los jueces dejarán de preocuparse por su trabajo y estarán pensando más en el futuro político… justo como nuestros diputados, gobernadores, senadores y alcaldes.
EL TELÓN DEL CIRCO VA A CERRAR Y pese a que pronto podamos conocer a los ganadores de la silla de juzgadores, la realidad es que los ganadores y perdedores de la puesta en escena tardará en verse reflejado; pero lo que es claro es que se desmanteló un órgano y todo apunta a que la legitimidad que tenía se pulverizará por la forma en cómo están llegando al cargo y la baja participación que se espera.
ES DIFÍCIL PEDIRLE A LA ciudadanía que vote o que cuide su democracia este próximo primero de junio, es difícil esperar que la oposición cumpla su función de ser vigilante.
PERO EN ESTE MOMENTO, estamos obligados todos a cuidar aquello que será el Poder Judicial, dado que si bien todo apunta a que será secuestrado por intereses particulares.
NO ES POSIBLE BAJAR LOS BRAZOS y rendirnos, porque la justicia, si antes era vista como un privilegio, hoy se convertirá en algo inalcanzable para la mayoría de los mexicanos.