Dos elementos del Ejército Mexicano fueron atacados con un dron cargado con explosivos mientras realizaban labores de patrullaje en la comunidad de Limita de Itaje, al nororiente de Culiacán, Sinaloa. Uno de ellos perdió un pie tras la explosión, confirmaron fuentes castrenses consultadas por El Heraldo de México.
El ataque ocurrió la tarde del 3 de abril, luego de que los militares detectaran un domicilio sospechoso. Al ingresar para realizar una inspección, localizaron en el interior explosivos de fabricación artesanal, una camioneta tipo Hummer color arena, con camuflaje militar y sin placas, así como ponchallantas.
Durante la intervención, un dron sobrevoló la zona y lanzó un artefacto explosivo, impactando cerca de los soldados. Tras la detonación, ambos militares solicitaron apoyo inmediato.
Paramédicos de la Cruz Roja, escoltados por agentes de la Policía Estatal Preventiva, acudieron al lugar y trasladaron a los lesionados a un nosocomio cercano bajo un fuerte dispositivo de seguridad.
Reportan ataques con drones recurrentes en la zona
Hasta el momento, la Secretaría de la Defensa Nacional no ha emitido un comunicado oficial. Sin embargo, se sabe que uno de los heridos fue intervenido quirúrgicamente tras perder un pie, mientras que su compañero se encuentra estable, con lesiones menores.
Un punto que genera especial preocupación entre autoridades locales es que justo frente a la vivienda asegurada se ubica un jardín de niños y, a un costado, una cancha de futbol, zonas frecuentadas por menores de edad. Afortunadamente, al momento del ataque no había niños presentes ni actividades escolares, lo que evitó una tragedia mayor.
Este hecho ocurre en la misma zona donde, en diciembre de 2024, explotó una camioneta con un dron modificado, lo que encendió en su momento las alertas sobre el uso de tecnología aérea con fines criminales. Desde entonces, Limita de Itaje ha sido vigilada por fuerzas federales ante la sospecha de operaciones de grupos armados.
Tras el ataque de este jueves, se desplegó un operativo conjunto con presencia del Ejército Mexicano, Guardia Nacional y la Secretaría de Seguridad Pública estatal. El inmueble quedó asegurado, se establecieron filtros de revisión en los accesos a la comunidad y se extendieron patrullajes en busca de otros posibles explosivos o integrantes de la célula responsable.
