El cantante Sean Kingston y su madre, Janice Turner, fueron declarados culpables de fraude electrónico por más de un millón de dólares.
Un jurado en Florida deliberó durante tres horas antes de emitir el veredicto, encontrándolos responsables de un cargo de conspiración para cometer fraude electrónico y cinco cargos adicionales de fraude, según el medio NBC News.
Turner, de 61 años, permanecerá bajo custodia federal hasta su sentencia, mientras que Kingston, de 34 años, enfrentará arresto domiciliario tras pagar una fianza compuesta por una vivienda valorada en 500 mil dólares y 200 mil dólares.
Ambos recibirán su condena el 11 de julio y podrían enfrentar hasta 20 años de prisión por cada uno de los seis cargos.
Los problemas legales del artista comenzaron en mayo de 2024, cuando él y su madre fueron arrestados tras una redada del equipo SWAT en su mansión del sur de Florida. La investigación reveló que Kingston utilizaba su fama para engañar a proveedores y obtener productos de lujo sin pagarlos.
Según la acusación, Kingston y Turner operaban un esquema fraudulento en el que adquirían vehículos de alta gama, joyas y otros bienes con documentos falsificados y transferencias bancarias que nunca se procesaban. En total, se estima que defraudaron más de un millón de dólares.
Durante el juicio, el joyero Moshe Edery testificó que le entregó a Kingston un reloj Audemars Piguet valorado en 285 mil dólares tras recibir la promesa de que el cantante lo presentaría a otras celebridades. Sin embargo, el pago nunca se realizó y una captura de pantalla de la supuesta transferencia resultó ser falsa.
Como consecuencia, Edery perdió su empleo y fue incluido en una lista negra en la industria.
Turner admitió en el juicio haber falsificado transferencias bancarias con el objetivo de "proteger" a su hijo y retrasar los pagos de artículos de lujo.
Una de las pruebas más contundentes en su contra fue un mensaje de texto enviado por Kingston en el que le ordenaba a su madre: "Te dije que hicieras un recibo falso", seguido de "para que parezca que la transferencia llegará en un par de días".
Aunque Kingston estaba programado para testificar, finalmente optó por no hacerlo. Ahora, tanto él como su madre esperan su sentencia en julio, enfrentando la posibilidad de pasar varios años tras las rejas.