Por ahora los números son alentadores
A pesar de que hasta el momento los números de sequía en San Luis Potosí son alentadores, apenas el estado entrará en la temporada de calor, además de la ausencia de lluvias, por lo que se vislumbra que la sequía crecerá, por lo cual la entidad enfrentará una crisis hídrica, que se agravará por las fallas en infraestructura y mala distribución del agua en medio de intensas temperaturas.
De acuerdo con un estudio realizado por la vicepresidencia nacional de Infraestructura Hídrica de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), San Luis Potosí podría enfrentar un escenario insostenible debido a una crisis hídrica que se agrava por las fallas en la infraestructura y la insuficiente distribución del agua, esto con datos de la Comisión Estatal del Agua (CEA), en medio de las intensas temperaturas que azotan la entidad.
La situación se complica aún más por los problemas financieros que afectan a los organismos operadores, lo que dificulta el mantenimiento y la inversión en nueva infraestructura.
Situación actual no es garantía
Para la primera quincena de marzo, el estado de San Luis Potosí registró un total de 11 municipios con condiciones anormalmente secas, de acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), por lo que hasta el momento se tiene un 93.5% del territorio potosino sin sequía.
De acuerdo a los datos del 15 de marzo pasado, la entidad potosina registró que el 6.5 por ciento del territorio potosino se encontraba en condiciones de "anormalmente seco", siendo la más baja en las métricas de sequía, por lo que hasta el momento la entidad se encuentra fuera de las condiciones de sequía.
En 2024 las condiciones eran adversas
La sequía registrada en San Luis Potosí el 15 de marzo de 2024 eran muy diferentes a las que se tienen en este 2025, pues de acuerdo al Monitor de Sequía, se tenían 33 municipios con sequía excepcional, representando el 87.9% del territorio potosino con afectación, y solo el 21.9% sin este problema; en ese año el panorama era complicado pues la entidad comenzaba con una crisis hídrica que afectó durante gran parte del año.
Disponibilidad de agua no es uniforme
De acuerdo a la Conagua, en 2020 San Luis Potosí disponía con 3 mil 938 metros cúbicos (m3) de agua por habitante, superior al promedio nacional que era de 3 mil 663 m3 y posicionándose entre los diez estados con mayor disponibilidad de agua per cápita. No obstante, el gobierno estatal en el Plan de Desarrollo 2021-2027, reveló que esta abundancia no se reflejó uniformemente en todo el estado debido a las diferentes condiciones geográficas y la falta de una planificación adecuada del desarrollo hidrográfico.
Estas deficiencias en la infraestructura hídrica han llevado a problemas significativos como la falta de acceso al agua potable, insuficientes sistemas de tratamiento de aguas residuales, falta de saneamiento y baja calidad del agua.
Además, según la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH), solo el 72% de las viviendas en San Luis Potosí dispone de agua entubada dentro de la vivienda. Otro 18% cuenta con agua entubada, pero fuera de la vivienda, mientras que el restante 10% depende de otros tipos de abastecimiento. Como resultado, San Luis Potosí ha enfrentado un déficit hídrico que afecta la calidad de vida de su población y limita el desarrollo sostenible del estado.
Fuentes de suministro
La distribución del agua en San Luis Potosí proviene en un 65% de fuentes superficiales, como presas, ríos, manantiales y lagunas, y el 35% restante de fuentes subterráneas, principalmente pozos y acuíferos. No obstante, de los 19 acuíferos en San Luis Potosí, ocho están sobreexplotados, lo que convierte a la zona metropolitana en la más vulnerable.
Entre los acuíferos sobreexplotados se encuentran el de El Barril, San Luis Potosí, Villa de Arista, Matehuala-Huizache y el de Salinas de Hidalgo. En cuanto al uso del agua, el 67% está destinado al sector agrícola, aproximadamente el 29% se utiliza para el abastecimiento público, y el 3% se destina a la industria, que además hace uso de agua tratada para sus procesos.
Colsan advierte acaparamiento de agua
La sequía en México no solo es una crisis ambiental, sino también un reflejo de la profunda desigualdad social en el acceso al agua, advirtió Luis Enrique Granados Muñoz, investigador del Observatorio Socioambiental del Colegio de San Luis (Colsan).
El especialista señaló que muchas comunidades urbanas y rurales con infraestructura hidráulica cercana, como El Realito, el Acueducto II de Querétaro o el proyecto Monterrey VI, se enfrentan al desabasto, mientras grandes volúmenes de agua permanecen acaparados.
Señaló que “Antes de llegar al punto donde todos nos peleemos por un vaso de agua, se debe cumplir con lo que plantea el Plan Nacional Hídrico: revisar las concesiones de agua y quiénes las concentran”.