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Volcán Poás entra en alerta naranja por aumento de gases y riesgo eruptivo

Excélsior | 24/03/2025 | 19:19

El volcán Poás, uno de los principales atractivos turísticos de Costa Rica, permanecía este lunes en alerta naranja debido a un incremento de los gases que emanan de su cráter, lo que implica un mayor potencial eruptivo.
 
El coloso, de 2 mil 708 metros de altura, rodeado de un denso bosque y ubicado a 50 kilómetros por carretera desde San José, aumentó su actividad el 1º de marzo, lo que llevó a las autoridades a restringir las visitas, sin suspenderlas.
 
Tenemos mucha información que nos indica que hay un aporte de fluidos desde la profundidad. No sabemos qué va a pasar, pero es un aporte que genera una situación preocupante”, dijo el vulcanólogo francés Geoffroy Avard, del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Costa Rica (Ovsicori).
 
“En este momento [el Poás] se encuentra en nivel tres [alerta naranja], que llamamos de ‘precaución’. Es el nivel tres de cuatro, y eso es porque el volcán presenta muchos aspectos que nos generan preocupación”, agregó.
 
De acuerdo con la Red Sismológica Nacional, Costa Rica cuenta con más de 120 focos volcánicos, aunque la mayoría están extintos y solo cinco se mantienen activos: el Poás, el Rincón de la Vieja, el Arenal, el Irazú y el Turrialba.
 
“El volcán [Poás] en este momento es muy inestable y la forma de los gases nos indica que es magma”, añadió el experto del Ovsicori.
 
Las visitas al volcán estuvieron suspendidas de abril de 2017 a agosto de 2018 a causa de erupciones. Fueron reanudadas con mayores medidas de seguridad, que incluyen refugios y equipo de protección para los visitantes.
 
“La explosión más importante que tuvimos durante la última década —o un poco más— fue la erupción de 2017, particularmente la del 22 de abril. [...] Las rocas volaron kilómetro y medio”, recordó el vulcanólogo.
 
La suspensión de las visitas tuvo un fuerte impacto económico para las comunidades próximas al volcán, cuyos ingresos dependen del turismo.
 
“El gas está aumentando bastante”, dijo Cristiano de Freitas, un profesor de fútbol brasileño, quien aseguró haber tenido el “privilegio” de visitar el Poás.