El expresidente brasileño Jair Bolsonaro pidió este lunes al mandatario Luiz Inácio Lula da Silva hablar con el líder estadounidense, Donald Trump, en la Casa Blanca para intentar revertir los aranceles impuestos al acero y el aluminio.
"Si yo fuera presidente, yo sabría cómo conversar con él (por Trump)", afirmó el líder ultraderechista en una entrevista al pódcast 'Inteligência Ltda'.
El ex jefe de Estado, acusado por la Fiscalía de urdir un golpe de Estado contra Lula tras las elecciones de 2022, puso como ejemplo la negociación que tuvo lugar en 2018, cuando, durante el primer mandato del dirigente republicano, Brasil consiguió fijar una cuota de exportación para el mercado de Estados Unidos.
El capitán retirado del Ejército señaló que, gracias en parte al "cariño" que Trump le tiene, consiguió prorrogar ese sistema de cuotas y evitar los aranceles durante los cuatro años en los que fue presidente de Brasil, entre 2019 y 2022.
"Lula podría ir allí y conversar con Trump, hasta Janja (por la primera dama Rosângela da Silva) podría conversar también con Elon Musk", alguien "muy especial para tratar ese asunto", apuntó sobre el magnate sudafricano, mano derecha de Trump.
Advirtió además que el líder progresista, quien ha criticado en diversas ocasiones la guerra comercial emprendida por Trump, "está jugado con fuego" al querer "huir del dólar" como "moneda patrón" y aproximarse a China, según él.
"Trump va a gravar todo en un 100 % y quién va a pagar la cuenta es la población brasileña", alertó.
El Gobierno brasileño ya ha mantenido varios contactos con la administración de Estados Unidos para tratar de negociar cuotas de importación, como en 2018, que significarían una flexibilización de las medidas proteccionistas.
Trump firmó el mes pasado dos órdenes ejecutivas para imponer gravámenes arancelarios del 25 % a las importaciones de aluminio y acero, sin excepciones.
Brasil es actualmente uno de los mayores exportadores de acero hacia Estados Unidos, junto con Canadá y México, y tiene una menor participación en el mercado de aluminio, aunque aun así puede sufrir un duro impacto con los aranceles.