El Estadio Azteca vibró con la energía imparable de Don Omar, quien, tras su regreso triunfal a México, ofreció una noche llena de fuego, luces y, sobre todo, música.
Alrededor de 50 mil personas se reunieron para ser parte de este histórico evento, donde el cantante puertorriqueño demostró por qué sigue siendo una leyenda del reguetón.
La velada comenzó con un estallido de fuegos artificiales y un mar de color rojo en las pantallas del escenario, en el que Don Omar inicio con "Dale Don Dale", acompañado de un equipo de bailarines vestidos con trajes plateados, creando una atmósfera de espectáculo que encendió a todos los presentes desde el primer acorde.
"¡México, con las manos arriba! ¡Mis hermanos mexicanos, con la mano arriba!", gritó, creando un vínculo instantáneo con su público.
Esa conexión no desapareció a lo largo de la noche, durante la cual el artista mantuvo su preocupación por la comodidad y disfrute de los asistentes.
"¿La están pasando bien?", preguntó mientras arrancaba los gritos y aplausos de la multitud con canciones como "Sácala" y "Donqueo".
El público, que ya se encontraba extasiado, respondió de manera efusiva, coreando cada letra y bailando sin cesar.
El "Rey del Reguetón" continuó con "La Química" y, a continuación, un guiño a la historia del reguetón, preguntando a la multitud.
"¿Se acuerdan de Héctor El Father?" para dar paso a la inolvidable "Baila Morena", tema que marcó el paso hacia una de las noches más memorables para los fanáticos del género.
"Amor de Colegio", "Entre tú y yo", "Tú te estás calentando" y "Míralos" fueron algunos de los otros temas que iluminaron el rostro de los fanáticos.
"Mi orgullo más grande es ser latino, mi orgullo más grande es mi país", dijo antes de interpretar "Reguetón Latino", en la que pidió varias veces a los asistentes: "¡México, una bulla!".
El espectáculo de Don Omar continuó con más éxitos, y, en una rápida transición, el artista cambió su abrigo rojo por un saco platinado.
"Salió El Sol" fue, sin duda, uno de los momentos más coreados, con los fanáticos entregándose a la sensualidad de la canción mientras los bailarines, vestidos de dorado, deslumbraban en el escenario.
Las canciones siguieron cayendo una tras otra. Desde "Belly Danza" hasta "Ojos Chiquitos", el cantante de 47 años, desplegó todo su repertorio, sin olvidarse de rendir homenaje a colegas, como Wisin y Yandel.
"Ustedes le tienen un amor impresionante a estos dos colegas de Puerto Rico, y yo pienso que son el mejor dúo de música urbana", comentó el artista antes de cantar "Nadie Como Tú", la colaboración con los famosos reguetoneros.
Las emociones se desbordaron en el estadio con temas como "MySpace", "La Pared", y "Gata Gángster", que hicieron que la multitud no dejara de bailar ni un segundo.
La euforia del público no cesaba, y los gritos de "¡Te amo!" eran constantes. Una fan incluso se atrevió a lanzar un brasier al escenario, a lo que el cantante respondió con humor.
"¿Y esta confianza? Solo te voy a decir que me voy a quedar con ello, porque tú lo vas a necesitar más que yo", dijo Don Omar, previo a continuar con "Sexy Robótica", "Blue Zone", y más.
El público, particularmente las mujeres con mini faldas y tops brillantes, se entregaron a la danza, mostrando su energía sin descanso.
El fuego, un elemento esencial en el concierto, hacía eco de la potencia de las canciones de Don Omar.
El clímax de la noche llegó cuando el cantante se preparaba para despedirse. "Danza Kuduro" parecía ser la última canción, pero el fervor de su gente mexicana pidió más.
Como el Rey que es, Don Omar no defraudó y complació a sus fans con "Conteo Regresivo" y cerró con "Bandoleros", el himno de toda una generación.
