Tras marchar de la Cámara de Diputados al Zócalo capitalino, maestros de la CNTE empezaron a llenar las carpas y casas de campaña que abarcan la totalidad del cuadro frontal de Palacio Nacional y sus calles aledañas.
El plantón, que durará al menos 72 horas, agrupa a contingentes de más de 10 entidades, cuyos dirigentes aún trabajan para perfilar las acciones de los días posteriores.
"Hay áreas determinadas para cada una de las secciones y en esas áreas los compañeros de cada sección se han organizado de manera colectiva", dijo en entrevista Filiberto Frausto, secretario general de la sección 34, de Zacatecas.
La red de casas de campañas dificulta la movilidad de los visitantes, quienes se ven obligados a agacharse o retirar lentes y gorras para no quedar atrapados entre las cuerdas que soportan lonas y letreros.
Frente a la Catedral Metropolitana, la sección 22 de Oaxaca instaló su cuadrante, desde donde montarán guardia en los siguientes tres días.
Uno de los docentes, Uriel Cruz, señaló que las estrategias definidas giran en torno a la seguridad de los que pernoctarán en el Zócalo.
"Aquí nos quedamos en la noche, pero sí hacemos guardias. Se hacen rondines para evitar un susto, y por supuesto entre nosotros mismos, para evitar malentendidos", apuntó.
La estrategia también será útil para las acciones que se decidan implementar mañana, que podrían incluir posibles movilizaciones en diferentes puntos de la capital, adelantó.
Para Cruz, lo más difícil será procurar su comodidad, por lo que consiguió un colchón inflable que instaló al interior de su carpa.
Los diferentes contingentes optaron por organizarse en temas como el de la alimentación. Por ejemplo, algunos de los docentes entregaron a sus líderes bolsas con arroz o frijoles, que racionarán para los próximos días.
El plantón se compone de hombres y mujeres en partes iguales, e incluso los acompañan algunos niños.
Los dirigentes de las secciones se encuentran en una asamblea en la que se definen las acciones a realizar el jueves y viernes.