Los registros de inmigración del Príncipe Enrique fueron hechos públicos el martes luego de una solicitud de un grupo conservador que cuestionó cómo el Duque de Sussex pudo emigrar a Estados Unidos pese a haber admitido el consumo de drogas en su autobiografía "En La Sombra".
La petición fue presentada por la Fundación Heritage, con sede en Washington D.C., que solicitó los documentos en mayo de 2023 argumentando que el historial de consumo de drogas del hijo del Rey Carlos III podría haber afectado su solicitud de visa.
Cabe recordar que, el Príncipe Enrique escribió en su libro "En La Sombra" que tomó cocaína varias veces a partir de los 17 años, para "sentirse y ser diferente"; además, reconoció haber consumido marihuana y hongos psicodélicos.
Estados Unidos pregunta rutinariamente sobre el consumo de drogas en sus solicitudes de visa y ha restringido la entrada de algunas celebridades, como Amy Winehouse y Kate Moss; sin embargo, admitir su uso no impide necesariamente la permanencia en el país, aunque dar información falsa sí podría tener consecuencias legales.
El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) publicó documentos judiciales con declaraciones de funcionarios que revisaron el expediente de inmigración del Príncipe y concluyeron que divulgarlo violaría su privacidad.
Asimismo, se publicó la transcripción de una audiencia a puerta cerrada en la que se debatió la solicitud de la Fundación Heritage para acceder a los documentos del Príncipe, de 40 años.
El abogado de la Fundación Heritage, Samuel Dewey, declaró al New York Post que los documentos sugieren que Enrique pudo haber omitido su historial de consumo al solicitar su visa y especuló que obtuvo una visa O-1, destinada a personas con "habilidades extraordinarias", posiblemente respaldada por una de sus fundaciones.
Si Enrique hubiese declarado su uso de drogas, la información habría sido enviada al DHS a través del formulario DS-160; sin embargo, Dewey argumentó que si no lo hizo, los documentos clave podrían estar únicamente en el Departamento de Estado, lo que complicaría la verificación de su proceso migratorio.
El caso cobró relevancia nuevamente en febrero tras el regreso de Donald Trump a la Casa Blanca. No obstante, el presidente de Estados Unidos aseguró que no tiene intención de deportar al Duque de Sussex.
"Lo dejaré en paz... Ya tiene suficientes problemas con su esposa. Ella es terrible", declaró Trump.
Desde 2020, el Príncipe Enrique reside en California junto a su esposa, Meghan Markle y sus hijos, Archie y Lilibet, manteniéndose alejado de la vida real británica y envuelto en diversas polémicas mediáticas.
