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El Oro Líquido

Ana Paola Dávila | 15/03/2025 | 14:54

El aceite de oliva es uno de los ingredientes más antiguos y valorados de la humanidad. Su historia se remonta a miles de años, y ha sido utilizado tanto en la gastronomía como en la medicina, gracias a sus propiedades nutricionales y sus beneficios para la salud. 

Es un producto natural obtenido a partir de la aceituna, el fruto del olivo. La calidad de este aceite depende de diversos factores, como el tipo de aceituna, la región donde se cultiva y el proceso de extracción. 

Uno de los aspectos más destacados es su alto contenido de ácido oleico, un tipo de ácido graso monoinsaturado que ha demostrado tener efectos positivos en la salud cardiovascular. Además de los ácidos grasos monoinsaturados, el aceite de oliva es rico en antioxidantes, especialmente en polifenoles. Estos compuestos tienen propiedades antiinflamatorias y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como enfermedades del corazón y cáncer. 

Su mito más común es la idea de que no se debe cocinar con él debido a que su punto de humo es bajo y se descompone con el calor. Sin embargo, esta afirmación no es completamente cierta. Si bien es cierto que el aceite de oliva extra virgen tiene un punto de humo de aproximadamente 190-210 °C, lo que lo hace más sensible al calor comparado con aceites refinados como el de girasol o canola, es perfectamente seguro para la mayoría de los métodos de cocción. 

El punto de humo es la temperatura a la cual un aceite comienza a descomponerse y libera compuestos nocivos. Para el aceite de oliva, este proceso ocurre a temperaturas superiores a las que se usan para cocinar a fuego medio o bajo. Por lo tanto, se puede usar para saltear, freír y asar a temperaturas moderadas sin que pierda sus propiedades o se vuelva dañino.En cambio, los aceites refinados tienen menos nutrientes y antioxidantes y no ofrecen los mismos beneficios para la salud.

Para mantenerlo fresco durante más tiempo, es fundamental almacenarlo de manera adecuada: 

Evita la exposición al sol: La luz es uno de los peores enemigos. Los rayos UV pueden acelerar la oxidación y destruir los antioxidantes que hacen del aceite de oliva un producto tan saludable. Por ello, es fundamental elegir envases opacos que protejan el aceite de la luz. Las botellas de vidrio oscuro o latas son las mejores opciones. 

Almacénalo en un lugar fresco y oscuro: El calor también es perjudicial. Almacénalo en un armario o despensa lejos de fuentes de calor como estufas, hornos o la luz directa del sol. Un lugar fresco y oscuro es ideal para preservar su frescura. 

Cierra bien el envase: La oxidación ocurre cuando entra en contacto con el aire. Asegúrate de cerrar bien el envase después de cada uso para minimizar su exposición al oxígeno. 

No lo dejes demasiado tiempo: Aunque tiene una vida útil relativamente larga, no debería almacenarse por largos períodos de tiempo. Si has comprado una botella grande, trata de usarla en un plazo razonable para disfrutar de su sabor y propiedades en su mejor estado.

Cuando vas al supermercado, es importante saber qué buscar para asegurarte de que estás comprando un aceite de calidad. Aquí te dejamos algunos consejos para elegir el mejor: 

1. Busca "extra virgen" en la etiqueta: Es el de mayor calidad, ya que proviene de la primera prensada en frío de las aceitunas y no ha sido refinado. Esto significa que conserva todas sus propiedades beneficiosas.

2. Prefiere los envases opacos: Como mencionamos antes, la luz puede dañar el aceite de oliva.

3. Elige aceites locales o de proximidad: Un aceite que ha viajado largas distancias puede haber estado expuesto al calor y a la luz durante el transporte, lo que puede afectar su calidad. Si puedes, compra aceites de oliva que provengan de regiones cercanas a tu lugar de residencia. Si compras de origen italiano o español, por ejemplo, opta por aquellos que tienen fechas de cosecha recientes. 

4. Revisa la fecha de cosecha y la caducidad: Asegúrate de que el aceite que compres esté lo más fresco posible. El aceite de oliva no tiene una fecha de caducidad infinita, y con el tiempo pierde sabor y propiedades. Busca aceites con una fecha de cosecha reciente y consúmelo dentro de los primeros 12-18 meses. 

Este ingrediente es indispensable en la cocina y un aliado para la salud. Al conocer sus propiedades, desmentir mitos y aplicar consejos prácticos para su conservación, podemos disfrutar de sus beneficios durante más tiempo. Recuerda siempre elegir aceites de calidad, almacenarlos correctamente y no temer al cocinar con ellos. Así, podrás aprovechar al máximo este maravilloso elixir natural.