El solo anuncio en febrero pasado de los aranceles de Trump al acero y aluminio que importa EU, ya elevó significativamente los costos de las fábricas en el vecino país que usan esos metales como insumos y al extenderse las tarifas lo harán aún más, coinciden especialistas.
Por otras parte, anotan, el pretendido aumento en la producción de esos metales dentro de territorio de EU difícilmente se dará, según muestra la historia reciente.
La agencia Bloomberg reporta que los fabricantes estadounidenses están pagando precios mucho más altos por el aluminio, acero e incluso cobre que las plantas rivales en el extranjero.
Refiere que en el aluminio los precios de contado en EU son aproximadamente un 23% más altos que en Europa, mientras que los del acero un 40% más elevados.
Bloomberg agrega que en el mercado del cobre, donde los aranceles podrían estar a meses de entrar en vigor, los fabricantes estadounidenses ya están pagando un 10% más que los compradores europeos.
Aparte, la revista The Economist resalta que la dependencia de EU de los metales referidos, pues sus importaciones netas, que se ajustan con sus exportaciones, representan un 15% de su consumo interno, mientras que las del aluminio el 80%, con Canadá como la principal fuente.
Las exportaciones canadienses de aluminio representan el 41% de todo el aluminio que importó EU el año pasado, mientras que el hierro y el acero canadienses casi un 25%.
The Economist señala que desde que Trump anunció en febrero pasado de que iba a imponer aranceles a esos metales los principales fabricantes de acero en EU, Nucor, US Steel y Cleveland-Cliffs, empezaron a incrementar sus precios en el mercado interno, al igual que lo hizo Century Aluminum, el mayor productor de aluminio primario en la Unión Americana.
Refiere que la producción de acero en EU durante los últimos años ha rondado el 75% de su capacidad, y aunque ahora Administración Trump quiere elevarla al 80% recuerda que en la primera ronda de tarifas, en el 2018, apenas se movió.
En una carta a Trump el mes pasado, el Can Manufacturers Institute, un grupo que representa a los fabricantes y compradores de latas, señaló que, al aumentar los precios de los insumos, los aranceles del 2018 aplastaron a los fabricantes de hojalata, una placa delgada de acero recubierta de estaño que se usa comúnmente para alimentos enlatados.
La industria paralizó nueve líneas de producción, contrariamente a la intención manifiesta del Gobierno con los aranceles, y ahora sólo operan tres.
