Miércoles 12 de Marzo de 2025 | Aguascalientes.

Transparencia Algorítmica: Un Derecho Ciudadano

Jorge Chessal Palau | 12/03/2025 | 09:43

EN LA ERA DIGITAL, LOS algoritmos son parte fundamental en la administración de los servicios públicos urbanos en una buena cantidad de ciudades en el mundo: desde asignar recursos hasta tomar decisiones clave sobre movilidad, vigilancia o vivienda, estos sistemas influyen cada vez más en la vida diaria de un creciente número de personas. ¿Tienen los ciudadanos derecho a conocer, revisar y auditar los algoritmos que definen el futuro de sus ciudades?

SUENA A CIENCIA FICCIÓN, PERO ya en muchas latitudes es una apabullante realidad.

LA TRANSPARENCIA EN ESTE TEMA es vital porque construye confianza entre ciudadanos e instituciones públicas. Cuando un algoritmo decide la distribución de recursos públicos, movilidad, planeación de usos de suelo o el despliegue de servicios esenciales, su transparencia asegura decisiones equitativas y democráticas; por el contrario, la secrecía se convierte en un factor de control de la libertad.

EL DERECHO A CONOCER LOS algoritmos no solo implica una descripción técnica, sino también una explicación entendible sobre sus criterios y fines. Más allá de datos complejos, se trata de comunicar claramente su lógica interna y el impacto en la población.

SIN ESTE CONOCIMIENTO, LOS ciudadanos no tenemos la posibilidad real de participar activamente en la configuración del espacio urbano, limitando el ejercicio pleno de la ciudadanía.

DIVERSAS INVESTIGACIONES revelan que estos sistemas pueden perpetuar desigualdades, amplificando sesgos históricos presentes en sus datos de entrenamiento, de la misma manera que ocurre en buena medida en algunas redes sociales.

LA AUDITORÍA PERMITIRÍA identificar estos sesgos, evitando que la tecnología profundice injusticias sociales preexistentes.

SIN EMBARGO, SURGEN obstáculos. La complejidad técnica de los algoritmos puede hacer que su revisión resulte difícil para ciudadanos comunes y se requieran expertos que difícilmente estarían al alcance del grueso de la población.

ESTAS BARRERAS NO DEBEN convertirse en excusas, sino en desafíos por superar mediante estrategias prácticas, como informes claros sobre el impacto algorítmico o colaboraciones con universidades y organizaciones civiles independientes, que asuman la representación del interés general de los habitantes de las ciudades, como una forma de ejercicio pleno de derechos frente a complejidades técnicas.

CIUDADES COMO ÁMSTERDAM Y Barcelona ya han impulsado iniciativas concretas hacia esta transparencia algorítmica. Han demostrado que equilibrar innovación tecnológica y control ciudadano es posible y deseable.

ASEGURAR ESTE DERECHO DE transparencia es indispensable para proteger la confianza pública, fomentar la justicia social y preservar el verdadero valor democrático de nuestras ciudades. Si queremos ciudades inteligentes, asegurémonos primero de que sean ciudades abiertas a los ojos de los ciudadanos.

NO ES EL FUTURO, ES NUESTRO inquietante presente, es nuestro día de hoy.

@jchessal