San Luis Potosí, SLP.- La historia de Coronado, una marca que ha llevado la tradicional cajeta mexicana a mercados internacionales, comenzó en 1932 en la Hacienda Coronado, ubicada en el municipio de Venado perteneciente al altiplano potosino. Allí, a partir de una receta familiar, se elaboraba este dulce de manera artesanal, conquistando paladares locales y, posteriormente, nacionales.
La proximidad de la hacienda a la estación Venado de la línea Laredo-México facilitó su distribución en pequeña escala. Los viajeros que probaban la cajeta quedaban maravillados, promoviendo el producto de boca en boca y aumentando su demanda.
En 1957, don José, fundador de la marca, inauguró una fábrica en la capital de San Luis Potosí para incrementar la producción y diversificar la línea de productos, incluyendo chiclosos y caramelos. Posteriormente, se abrieron plantas de abasto en Matehuala, Rancho Verde y Venado, consolidando la producción en la planta principal de San Luis Potosí.
La empresa se constituyó legalmente en 1961 como "Productos de Leche Coronado". En 1991, inició una nueva etapa con una imagen renovada y una campaña promocional que resaltaba la tradición y calidad de sus productos. Un año después, comenzó sus exportaciones, posicionándose como una empresa dinámica y moderna en el comercio internacional.
En 1995, Grupo Industrial Bimbo adquirió Coronado, integrando sus productos a la amplia distribución de la compañía. En 2000, bajo la administración de Organización Ricolino, y dos años después, junto a Barcel, se constituyó como "Barcel S.A. de C.V.".
Hoy en día, Coronado es la marca líder en México en la categoría de cajetas, reconocida por su calidad, sabor y tradición. Ha traspasado fronteras, conquistando el mercado de Estados Unidos y posicionándose como un referente de la dulcería mexicana en el extranjero.