Los buenos hábitos de sueño comienzan antes de irte a dormir por las noches, y son parte de lo que puede ayudarte a sumar algunos años de vida y a mantener una buena calidad con el paso de los años.
Cuando duermes, tu cuerpo y tu cerebro llevan a cabo muchos procesos esenciales. Durante esas horas, el cuerpo realiza tareas de reparación, el cerebro procesa la información que recibió durante el día y la almacena, además de que, como dice Healthline, se eliminan desechos tóxicos, las células nerviosas se reorganizan, el cuerpo recupera energía y se liberan hormonas y otras cosas que te permiten mantenerte sano y sentirte bien al día siguiente.
Pero, lo que hay que saber es que, para dormir bien no solo debes enfocarte en dormir 8 horas o en tener una habitación oscura y fresca, sino que hay cosas que puedes hacer durante el día, y muchas horas antes de irte a la cama, para que tu calidad de sueño sea mejor, para descansar más y para promover la longevidad por medio del buen sueño.
De acuerdo con el American College of Cardiology, dormir bien y con buena calidad puede ayudar a sumar hasta 4.7 años de vida para los hombres y 2.4 para las mujeres.
Hábitos de sueño: 5 que te ayudan a vivir hasta los 100 años
Establece y mantén un horario consistente
Tener un horario fijo y que se respete, incluso en los fines de semana, es uno de los pasos más importantes para dormir bien, para dormir suficientes horas y para que tengas menos dificultades para quedarte dormido.
Los expertos dicen que es importante tener un mismo horario para dormir y para despertar todos los días, tomando en cuenta que la mejor hora para ir a dormir es entre las 10:00 y 11:00 pm para los adultos. Si duermes 8 horas, esto significa que debes despertar entre las 6:00 y 7:00 am.
Busca aire fresco y luz del sol al despertar
Real Simple recomienda exponerse a la luz del sol y tomar un poco de aire fresco lo más pronto que puedas después de levantarte, ya que esto ayuda a que te sientas más despierto, a que tengas más energía e incluso a que te sientas menos estresado y más positivo. Sal a caminar, abre tu ventana o busca hacer ejercicio afuera para conseguir esto.
Come más ligero antes de dormir
Lo que haces justo antes de dormir puede tener un impacto positivo o negativo en tu calidad de sueño y en tu habilidad para dormir de corrido y toda la noche. Cenar es importante, ya que el hambre puede impedir que te quedes dormido, pero debes hacerlo de manera ligera y evitando que tu última comida sea demasiado cercana a la hora de dormir, ya que la digestión puede interferir con el sueño.
“Las personas que viven en las Blue Zones suelen comer cenas pequeñas por la noche y evitar cualquier tipo de tentempié nocturno. Comer de forma consciente mejora su relación con la comida y también les ayuda a mantener un peso corporal saludable. Lo ideal es desayunar o almorzar abundantemente y cenar poco”, dice Times of India.
Una rutina que ayude a relajarte
El estrés y la ansiedad son los grandes enemigos de la calidad de sueño, por eso los expertos recomiendan que construyas una rutina nocturna que te permita estar relajado, en calma y sin pensamientos intrusivos o que te mantengan despierto.
Real Simple dice que hay que evitar ver televisión, pasar mucho tiempo en las redes sociales o realizar actividades muy intensas antes de dormir, y en su lugar hay que buscar actividades calmantes, como hacer estiramientos, meditar o leer.
Planea tu día antes de empezar a hacer otras cosas
No tener un plan para tus actividades, pendientes y objetivos del día puede hacer que termines estresado y agotado, y empezar el día de esa manera puede llevar a que lo termines con más de ese estrés y ansiedad, lo que va a impedir que puedas dormir bien.
Puedes organizar mejor tu tiempo y tu energía, y respetar más tus horarios, cuando sabes qué es lo que necesitas hacer y cuando ese plan te permite tener tiempo para ti, para moverte y para respetar tus horas de sueño.