El ácido fólico, o vitamina B9, es un nutriente esencial para el desarrollo fetal durante el embarazo. Su función principal radica en la síntesis de ADN y la formación celular, lo que resulta especialmente relevante en las primeras etapas de la gestación.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la suplementación con ácido fólico antes y durante las primeras semanas del embarazo contribuye a la prevención de defectos del tubo neural, como la espina bífida y la anencefalia.
Beneficios comprobados del ácido fólico
Según indica el medio Infosalus, diversas investigaciones han demostrado que un consumo adecuado de ácido fólico reduce significativamente el riesgo de estos trastornos, los cuales afectan a miles de recién nacidos cada año.
La recomendación general es una ingesta diaria de 0,4 mg, aunque algunas mujeres, en particular aquellas con antecedentes de trastornos neurológicos o epilépticos, pueden requerir dosis más altas.
Un estudio sugiere beneficios adicionales
Un estudio preliminar de la Universidad de Stanford (Estados Unidos) sugiere que el consumo de una dosis mayor de ácido fólico durante el primer trimestre del embarazo es seguro y podría estar asociado con una mejora en las habilidades verbales y de comportamiento en niños de seis años.
El estudio será presentado en la 77.ª Reunión Anual de la Academia Estadounidense de Neurología, que se realizará del 5 al 9 de abril de 2025 en San Diego (Estados Unidos). Sin embargo, sus resultados ya han sido publicados.
"Se ha demostrado que el ácido fólico durante el embarazo reduce las deformidades y mejora las capacidades intelectuales de los niños, pero se desconoce cuál es la mejor dosis de ácido fólico", cuestionó el autor del estudio Kimford J. Meador, de la Universidad de Stanford en California y miembro de la Academia Estadounidense de Neurología.
Nueva información sobre la salud cerebral
"Nuestro estudio proporciona nueva información que muestra una conexión positiva entre tomar ácido fólico durante el embarazo temprano y los resultados de salud cerebral en los niños, sin evidencia de efectos negativos en dosis más altas".
El estudio analizó a 345 niños de seis años, de los cuales 262 eran hijos de mujeres con epilepsia y 83 de mujeres sin esta condición.
Los investigadores registraron las dosis de ácido fólico consumidas por las madres durante las primeras 12 semanas de embarazo y clasificaron a los niños en cinco grupos según la dosis media ingerida: sin ácido fólico, hasta 0,4 miligramos (mg) al día, más de 0,4 a 1,0 mg al día, más de 1,0 a 4,0 mg al día y más de 4,0 mg al día.
Actualmente, la recomendación general de ácido fólico durante el embarazo es de 0,4 mg diarios, aunque a las mujeres con epilepsia se les puede prescribir una dosis mayor.
Evaluación de habilidades verbales y comportamiento
Para evaluar las habilidades verbales, los niños fueron sometidos a diversas pruebas. En una de ellas, se les pidió describir objetos, acciones o conceptos representados en imágenes utilizando una sola palabra. En la población general, las puntuaciones de estas pruebas oscilan entre 70 y 130, con un promedio de 100, donde los valores más altos reflejan mejores habilidades verbales.
Los padres también completaron cuestionarios para evaluar el comportamiento de los niños, incluyendo habilidades de comunicación, habilidades sociales y destrezas para la vida diaria. Los resultados de estas pruebas se combinaron para obtener una puntuación conductual estandarizada general. En la población general, estas puntuaciones oscilan entre 70 y 130, con un promedio de 100, donde los valores más altos indican mejores habilidades.
Resultados del estudio
Tras ajustar variables como el coeficiente intelectual materno, el uso de medicamentos para la epilepsia y las complicaciones durante el embarazo, los investigadores observaron que la puntuación verbal media de los hijos de mujeres que consumieron ácido fólico fue de 108, en comparación con 96 en los hijos de mujeres que no lo tomaron.
En cuanto a la puntuación conductual, el promedio fue de 102 en los hijos de mujeres que recibieron ácido fólico, frente a 82 en aquellos cuyas madres no lo consumieron.
Al analizar únicamente a los niños cuyas madres tomaron ácido fólico durante el embarazo, los investigadores encontraron que las puntuaciones fueron similares tanto en quienes recibieron dosis bajas como en quienes recibieron dosis altas.
Los hijos de madres que tomaron una dosis baja obtuvieron una puntuación verbal promedio de 110, en comparación con 108 en los hijos de madres que recibieron una dosis alta. En cuanto a la puntuación conductual, el promedio fue de 103 en ambos grupos.
¿Existen riesgos con dosis más altas?
"Si bien estudios anteriores han encontrado riesgos con dosis más altas, estos hallazgos son tranquilizadores para las mujeres embarazadas o que planean tener hijos, ya que tomar una dosis más alta de ácido fólico al comienzo del embarazo puede tener un impacto positivo en la salud cerebral de su hijo", señaló Meador.
"Se necesitan estudios adicionales para determinar la mejor dosis de ácido fólico para maximizar los beneficios y minimizar los riesgos para el desarrollo neurológico, así como otros resultados, que podrían variar para diferentes grupos de mujeres", explicó.
Una de las limitaciones del estudio es que no consideró otros factores que pueden influir en la ingesta y absorción de ácido fólico, como el consumo de otras vitaminas y la predisposición genética.