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Obesidad: ni atajos ni píldoras mágicas

Agencia Reforma | 09/03/2025 | 12:16

De malteadas y dietas exóticas a balines y ahora hasta inyecciones, entre las opciones para el control de peso jamás han faltado las presuntas salidas fáciles y alternativas milagrosas.
 
 Sin embargo, un problema tan complejo como el del sobrepeso y la obesidad, que sólo en México afecta a cerca de 80 millones de adultos, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2023, está lejos de resolverse de forma simplista, sino que requiere de todo un abordaje integral.
 
 "Todos estamos buscando la varita mágica, algo que sea bueno, bonito y barato, y sin esfuerzo. Y, desafortunadamente, para obesidad no existe eso", remarca en entrevista telefónica el médico cirujano Francisco Javier Barrera Rodríguez, miembro del Colegio Mexicano de Cirugía para la Obesidad y Enfermedades Metabólicas (CMCOEM).
 
 "Hay mucha charlatanería, y la frustración y las ganas de la gente de llegar a un punto saludable física y emocionalmente, pues hace que lleguen a utilizar cosas no adecuadas o, por lo menos, que no nos dicen las expectativas reales", agrega el especialista.
 
 Quizás la supuesta solución rápida más difundida en este momento sea el famoso Ozempic, que si bien pudiera no ser precisamente charlatanería, sí que recae dentro de las malas prácticas, pues se trata de un medicamento para controlar los niveles de azúcar en sangre en pacientes con diabetes tipo 2, que no pocas personas han comenzado a utilizar indiscriminadamente para bajar de peso.
 
 "Nos ha preocupado mucho lo que ha ocurrido recientemente con la automedicación. Un paciente pudiera pensar que simplemente por tener un Índice de Masa Corporal (IMC) superior a 30 ya debería de medicarse, sin estar valorado por un profesional de la salud", reconoció el doctor Ricardo Luna hace unos días, en un encuentro virtual con motivo del Día Mundial contra la Obesidad, que se conmemora cada 4 de marzo.
 
 "Y las recomendaciones que existen en este momento de boca en boca o en redes sociales, la verdad es que dejan ver que posiblemente estemos perdiendo algo de liderazgo los profesionales de la salud", lamentó Luna, presidente fundador y miembro honorario de la Sociedad Mexicana de Obesidad.
 
 Recordando que la Norma Oficial Mexicana NOM-008-SSA3-2010 establece que sólo el médico es el indicado para tratar farmacológicamente o quirúrgicamente la obesidad, el ginecólogo Julio Morfín, director médico de la farmacéutica IFA Celtics, señaló que la atención de esta enfermedad no debe de ser una moda o una tendencia; "tratar la obesidad seriamente es una ciencia".
 
 "Hemos tenido malas experiencias con medicamentos para tratar la obesidad u otras enfermedades que en un principio parecen ser muy buenos, y la gente los empieza a recomendar o se empieza a autorrecetar, y, después de algún tiempo, ha habido complicaciones serias", advierte Morfín.
 
 Novo Nordisk, farmacéutica danesa que comercializa el Ozempic, anunció hace unos días que para finales de abril llegará al mercado mexicano Wegovy, otro medicamento que sí está dirigido específicamente al control de peso, y que funciona con el mismo principio activo -aunque en una dosis más alta- que el mencionado fármaco para la diabetes tipo 2, que es la semaglutida.
 
 La semaglutida es parte de los llamados agonistas de los receptores del péptido-1 similar al glucagón (GLP-1), y lo que hace es imitar la hormona GLP-1 que los humanos producen naturalmente en el tracto gastrointestinal en respuesta a la ingesta de alimentos. Una de las funciones del GLP-1 es incitar al organismo a producir más insulina, lo que reduce la glucosa en la sangre.
 
 Pero también se ha observado que este péptido tiene una función importante en los procesos relacionados con la saciedad, según expuso en conferencia de prensa el director médico senior de Novo Nordisk en México, Mike Vivas.
 
 "Lo que va a hacer (la semaglutida) es lo siguiente: va a ir al sistema nervioso central, a un sitio llamado hipotálamo, y en el hipotálamo va a reducir las ganas de comer de las personas; va a aumentar la sensación de plenitud, eso quiere decir que cuando la persona está comiendo, se va a sentir llena más rápidamente y va a comer menos", detalló Vivas.
 
 "Y, adicionalmente, se le van a quitar las ganas de los antojos, de estar picando comida todo el tiempo", continuó. "Eso se traduce en menos ingesta calórica al día, y, con el tiempo, la persona empieza a disminuir de peso".
 
 Para Barrera, lo que estos medicamentos hacen no es, sino imitar los efectos de la cirugía bariátrica, a la que considera como la herramienta "más efectiva y más segura" que hay actualmente para el control de peso.
 
 "Los científicos ven el efecto hormonal que produce la cirugía en el cuerpo humano, (...) e hicieron medicamentos que replican eso sin necesidad de una cirugía", asegura el cirujano.
 
 "Pero tiene que haber una intervención amplia, o sea, un equipo detrás de esto, porque si tomamos los fármacos así, sin las medidas de precaución adecuadas o sin el acompañamiento adecuado, no nada más no nos van a funcionar, sino que pueden poner un riesgo nuestra salud", añade.
 
 Además de pérdida de músculo, el uso de estos medicamentos para bajar de peso también suele provocar náuseas, vómitos, diarrea y dolor abdominal. Si bien estos síntomas suelen disminuir con el tiempo a medida que el cuerpo se adapta al tratamiento, en personas con problemas renales esto puede agravar su condición, especialmente por la deshidratación.
 
 "Entonces, no es que sean inocuos; son avalados, son adecuados, pero tienen que ser bien supervisados", insiste Barrera, refiriendo además que apenas se dejen de usar tales fármacos, "el cuerpo se vuelve a comportar exactamente de la misma manera, y vamos a tener la reganancia de peso, vamos a regresar al punto inicial".
 
 El propio Vivas, quien reconoció que abandonar el tratamiento provocará el conocido "efecto rebote", no se refirió a Wegovy como una panacea per se, sino que enfatiza la importancia de que forme parte de un manejo "holístico, integral, multisistémico, multidisciplinar, donde también intervengan nutricionistas, especialistas en la actividad física, o deportólogos, y personas que nos ayuden a manejar la conducta frente a la alimentación.
 
 "Jamás promoveremos el uso que no está dentro de la etiqueta ni tampoco como si fuera un producto de consumo masivo, porque no lo es. Lo quiero decir acá: no es un producto de consumo masivo", subrayó el director médico senior de Novo Nordisk en México sobre el fármaco aprobado en Estados Unidos en 2021 y que actualmente está presente en 15 países.
 
Cada uno cuenta
 
 Para el médico Simón Barquera, presidente de la Federación Mundial de Obesidad, no es cosa menor, el abordaje sistémico de esta enfermedad implica distintas cosas:
 
 - Mejores sistemas alimentarios
 
 - Espacios urbanos para la actividad física
 
 - Regulación sobre alimentos ultraprocesados
 
 - Acceso equitativo a atención médica y tratamiento
 
 - Colaboración entre Gobiernos, profesionales de la salud, sociedad civil y ONGs